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Fernando Romero: «Estamos valorados en 210 millones y nos hemos revalorizado un 269 %»

La Galicia Económica

Sofía Vázquez redacción / la voz

El consejero delegado de EiDF Solar asegura que en su vivienda solo consume la energía que producen sus placas solares

11 Sep 2021. Actualizado a las 22:31 h.

Fernando Romero Martínez es el consejero delegado de EiDF Solar, una empresa cotizada en Bolsa y que refleja una revalorización en lo que va de año del 270 %. Romero nació en Rentería (10 de febrero de 1982), fruto de la emigración. Sus padres se fueron primero a Suiza (trabajaron montando relojes), para regresar en 1974 al País Vasco y luego, por fin, a Galicia.

-Estudió Derecho y hoy trabaja en energía. Nada que ver.

-Cursé Derecho en Deusto y Santiago. Trabajé en banca privada, y ahí es donde conocí las renovables, el producto, sus márgenes. Aparece la primera burbuja del sector con Aznar, se la pasó a Zapatero y la reventó Rajoy. Comprobé que este mercado era muy regulado y me empapé de la parte jurídica. Decidí dejar la banca y dedicarme a la energía.

-¿El 100 % del capital de EiDF Solar es suyo?

-El 78,9 %. El resto está en manos de accionistas a través del BME Growth. Salimos a Bolsa el 7 de julio. Estamos valorados en 210 millones y nos hemos revalorizado desde julio un 269 %.

-¡Una barbaridad! ¿Por qué acudieron a la Bolsa?

-Tenemos una cantidad enorme de proyectos que son muy intensivos en capital y, por nuestro tamaño, los bancos... al principio no confiaron mucho en nosotros. Quizá la edad de la plantilla y la mía ha sido un hándicap sobre todo para el sector bancario tradicional. No somos los típicos empresarios de 50 años con 30 de experiencia. Ya llegaremos. No teníamos opción de financiación a esos niveles, y, al tiempo, nuestro objetivo era salir a cotizar porque queríamos tener una visibilidad importante en el mercado energético. Da seguridad, da tranquilidad, da fiabilidad. Para nuestro proyecto, el capital es fundamental. Necesitamos en los próximos tres años una financiación de 300 millones de euros. EiDF, como empresa cotizada, tiene hoy un valor real. Hemos conseguido el objetivo y ahora el plan de negocio es más factible.

-¿Saltarán al Mercado Continuo?

-Toda empresa que esté en BME Growth quiere estar en el Continuo pero es complicado. Sin embargo, vamos a estar. Seguro. Las cosas tienen que ir paso a paso. Primero cumpliremos el plan de negocio y crearemos valor para los accionistas. En nuestra salida a Bolsa hemos vivido la tormenta perfecta: primero el covid, después han salido muchas empresas con unas valoraciones que no eran muy acordes con el mercado (nuestra valoración fue extremadamente conservadora). En este contexto la banca institucional y la privada se han enfocado hacia otras compañías, y por ello hemos recibido varios noes importantes por el camino.

-¿Es rencoroso?

-Nunca. El negocio no es rencoroso. Aquí no hay blancos ni negros, hay grises.

-Hay empresarios que recuerdan el primer «no» que recibieron. Alguno no volvió por el banco.

-Además de no ser rencoroso, me debo a los accionistas. Tengo que cumplir con ellos y no les vamos a fallar. Mi parte más egocéntrica la dejo en la puerta de la nave y no forma parte de la empresa. Un solo ya es un éxito. La salida a Bolsa nos ha costado muchísimo. Noches completas en vela. El dinero es el dinero, y lo mueve todo.

-EiDF nace en el 2008, y su actividad real comenzó en el 2011.

-La primera obra de autoconsumo fue en el 2011, para una empresa avícola. El crecimiento de la compañía ha sido exponencial desde el 2018, logrando multiplicar las ventas por diez en los últimos cinco años. En el 2020 las incrementamos un 30 %. Tenemos pedidos por el entorno de los 20 millones de euros, más los 10 que ya hemos facturado. Disponemos de dos unidades de negocio. Una es la de generación, que hace parques fotovoltaicos para nuestra comercializadora: Prosol Energía. El plan de negocio que hemos presentado al mercado comprende este año y tres más, y conllevará acabar con una facturación en este período de unos 150 millones de euros.

-¿Cuál es el objetivo?

-Potenciar muchísimo más el autoconsumo. Prosol, comercializadora de EiDF, obtiene la energía de los parques que estamos desarrollando. Los tenemos en todas las autonomías salvo en Canarias y en Galicia.

-¿Cuántos megavatios?

-714 megavatios. 52 en construcción para el 2021. En Almería se pondrán en marcha los primeros. En este plan de negocio nos centraremos en España.

-Los parques solares son un horror.

-Es una falsa realidad. Para que te aprueben un parque hay que hacer un estudio de impacto medioambiental, paisajístico y demás. Si queremos cambiar el modelo energético hay situaciones que se tienen que aceptar. Tanto la parte eólica como la fotovoltaica -con sentido común- tienen que existir. Si queremos ir a energías renovables, creo que debemos de dejar de tener la piel tan fina y perder esa naturaleza española de criticar por criticar. Tenemos que ver los beneficios económicos y laborales, y también los climáticos. La fotovoltaica se ha socializado. Todo el mundo tiene acceso a ella, y eso va a conllevar que muchas casas tengan su cubierta con paneles solares. Tenemos el derecho de poder producir nuestra energía.

-¿Cree que la gente va a incorporar placas solares en sus tejados?

-Lo va a hacer inconscientemente. Con el paso del tiempo vamos a entender que poner placas solares es lo mismo que tener una televisión o una lavadora. Formarán parte de nuestra vida cotidiana. Es un proceso lento porque el mercado ha estado limitado a muy pocas empresas. Todo el mundo pregunta cómo poner placas en una casa. Tenemos cientos de peticiones.

-¿Dónde vive?

-En Poio, y tengo placa solar.

-Es de los de autoconsumo puro.

-Por supuesto.

-¿Está sufriendo la escalada del precio de la luz?

-No, yo no tengo conexión a la red. Claro que esto es una aventura por ahora. Yo la afronto porque creo en ella, y es posible. Tengo una casa de planta baja que tiene sus placas solares y sus baterías, cargamos de día y lo que sobra lo metemos en las baterías.

-No tienen el problema de quedarse sin energía...

-No. Nosotros podemos estar sin que salga el sol, tres días Tenemos carga suficiente.

-¿Y en invierno?

-Sale el sol. No igual que en verano, pero sale.

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