El triángulo mágico de la inteligencia artificial gallega

La suerte está echada. En pocos días, el Gobierno decidirá dónde se ubicará finalmente la Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial (Aesia). La primera de Europa; la consecuencia del compromiso nacional de lo que se ha dado en llamar el «enfoque europeo» para una tecnología que ya está gestionando una parte importante de nuestro día a día y que lo hará con mucha más intensidad durante los próximos años.

Galicia ha puesto grandes esperanzas en la candidatura de A Coruña, convirtiéndola en la apuesta gallega para albergar una agencia de la que se espera, ya no solo un impacto directo e inmediato con el despliegue de un centenar de puestos de trabajo y una inversión inicial de cinco millones de euros, sino también la constitución de un estimulo capaz de atraer a Galicia talento, empresas e inversión alrededor de esta tecnología. El primer paso ha sido aunar esfuerzos. Ahora queda esperar que el Gobierno pondere la candidatura gallega en su justa medida.

El nodo GalicIA que agrupa a expertos de las tres universidades, la Xunta y otros organismos, destaca de la candidatura gallega tres importantes fortalezas: la creación de la Universidad de Santiago, con su destacado componente humanista y una Facultad de Derecho creada en 1649. La segunda radica en un hecho mucho más cercano: la creación de la Escuela Universitaria de Informática de A Coruña que en poco tiempo se convertiría en facultad. Fue en 1986. Solo hacía cinco años que se había puesto a la venta el primer PC. En 1985 se había puesto en marcha lo que el nodo GalicIA identifica como el tercer hito que apuntaló el desarrollo de la IA en Galicia: la creación del grupo Inditex. Su evolución hasta el liderazgo mundial fue también un foco de demanda permanente de tecnología y talento que estimuló de forma definitiva al sector.

Alrededor de estos tres puntales el nodo GalicIA destaca el impulso que ha supuesto tener actualmente casi 3.400 alumnos en la Universidade de A Coruña estudiando grados y posgrados relacionados de algún modo con la inteligencia artificial, uno de los aspectos que le dio ventaja a la ciudad de A Coruña en su candidatura frente a sus rivales gallegas. De hecho, en el entorno de la UDC se encuentran seis centros de bachillerato de excelencia en ciencias y tecnología. La USC tiene en su entorno cuatro de estos centros y la Universidade de Vigo, otros cuatro.

El nuevo grado

Este curso arrancó en las tres universidades gallegas el grado de Inteligencia Artificial, un ejemplo de la pujanza de este ecosistema universitario y del nivel de colaboración que desarrollan las tres instituciones ya que las 150 plazas con las que se ha inaugurado este grado están divididas entre los tres campus con 50 alumnos cada uno.

La UDC cuenta además con un grado de Ciencia e Ingeniería de Dato, con 157 alumnos en tanto que otros 370 realizan algún tipo de estudio de posgrado en másteres relacionados con la inteligencia artificial. Un cuerpo de alumnado que da idea del interés académico por esta tecnología. De hecho, entre los profesores de la universidad coruñesa hay 136 vinculados con la IA de los que 14 son catedráticos.

Santiago las humanidades y Vigo el aporte aeroespacial

La Aesia no quiere solo técnicos. De hecho, se trata de una agencia de supervisión que necesita de un apoyo humanístico para revisar los derroteros por los que discurre esta tecnología y que, muchas veces pueden colisionar con la intimidad o la propia seguridad de cualquier ciudadano. Galicia también tiene mucho que decir en humanismo: la USC tiene más de doce mil alumnos de humanidades y ciencias jurídicas, prácticamente la mitad de todos los que tiene matriculados, una enorme cantera para fiscalizar los ribetes éticos de la inteligencia artificial. De hecho, ya hay grupos dedicados específicamente a ese análisis. Aparte, la capital de Galicia cuenta también con importantes polos de investigación, singularmente el Citius, referente gallego en inteligencia artificial o el propio Centro de Supercomputación de Galicia, Cesga, alrededor de los cuales se ha fortalecido también el ecosistema investigador sobre esta tecnología. 

Y si Santiago puede presumir de Humanidades, la Universidade de Vigo puede hacerlo de otros ámbitos del conocimiento también muy importantes para la candidatura gallega: desde la automoción y las telecomunicaciones a la ingeniería aeroespacial. En la actualidad, alrededor de cuatro mil alumnos están cursando algún tipo de grado relacionado con la inteligencia artificial. A ellos habría que añadir los que estudian másteres relacionados que son otros 300.

La nutrida presencia en toda Galicia de estudiantes relacionados con los fines de la Aesia supone un notable impulso a la candidatura gallega, reforzada desde la base de las tres universidades unidas para potenciar una opción única con el apoyo de todo el sistema repartido por la geografía académica gallega.