El aumento de los indecisos ante la cercanía de las elecciones perjudica a PP y Bloque

La proximidad de las elecciones autonómicas sumerge en un mar de dudas a los gallegos. Uno de cada cuatro votantes no tiene decidido su voto, según el Barómetro de Primavera de Sondaxe. Hace tres meses, ese porcentaje apenas alcanzaba el 16%. El espectacular incremento de la bolsa de indecisos perjudica al BNG, que cae del 20% al 15% de intención de voto, y al PP. Este último registra, de todos modos, un descenso menor que le permite abrir la brecha que le separa de la oposición. El PSOE sigue en el tercer puesto, pero es el que mejor resiste el efecto de los indecisos, gracias a lo que se acerca al BNG. Todo indica que la gran batalla se dará por el voto de los 427.000 gallegos de entre 25 y 34 años. Setenta de cada cien gallegos manifestaban hace un año, en el Barómetro de Primavera del 2000, su intención de votar a PP, BNG o PSOE. Doce meses después, sólo el 58,2% de los encuestados se pronuncia explícitamente por alguna de estas tres opciones políticas. Este cambio radical es, según Sondaxe, un fenómeno normal, ya que la proximidad de las elecciones «dispara el número de personas que comienzan a plantearse su voto». Desde el otoño de 1999, el porcentaje de indecisos había fluctuado entre un 15,2% y un 16,1%, muy lejos del actual 24,4%. El efecto del voto dual El BNG es el principal perjudicado por la combinación del incremento de indecisos y del voto dual. Éste consiste en el cambio de opción según el tipo de elección que se trate. Supone, por ejemplo, votar al PSdeG-PSOE en las generales y al BNG en las autonómicas. Como no son cambios automáticos, requieren una reflexión, que por ahora se traduce en indecisión. Estos fenómenos, junto con el desgaste que experimentó su labor de oposición tras la moción de censura, provocan una brusca caída de cinco puntos del BNG, mientras el PP retrocede tres y el PSOE pierde únicamente 1,3 puntos. De este modo, los populares superan ampliamente a la suma de nacionalistas y socialistas, aunque todo apunta a que ambos son los que cuentan con más votantes potenciales en la crecida bolsa de indecisos.