El alcalde de A Lama admite que se pasa al PP para lograr más inversiones

«Como independientes no íbamos a ninguna parte, entonces lo que pensamos fue en unirnos al PP para llegar mejor a todas las administraciones, porque A ?Lama necesita bastantes recursos», dijo el alcalde minutos antes de firmar su ingreso en las filas populares junto al resto de su equipo de gobierno. El presidente provincial del Partido Popular, Rafael Louzán, se esforzó en presentar el fichaje de Canda como una «normalización» del mapa político en A Lama, donde el PP gana por mayoría en las elecciones autonómicas y generales, pero sólo consiguió cuatro de los once ediles en los anteriores comicios municipales. Sin embargo, Canda no ocultó su convicción de que el desarrollo de las infraestructuras del municipio irán mucho mejor ahora. Preguntado el presidente provincial si no consideraba triste el hecho de que el alcalde de A Lama buscase el amparo del PP sólo para un mejor acceso a los presupuestos, Louzán desvinculó totalmente un hecho del otro y negó que se le hubiese prometido la ejecución de obra alguna. Rafael Louzán insistió además en que no se trata bajo ningún concepto de una acción que vulnere el código de conducta política en relación con el transfuguismo suscrito en 1998 entre todos los partidos, sino que presentó la adhesión del equipo de gobierno en pleno a las filas populares como una «decisión personal». Las convicciones íntimas de los ediles de A Lama arrojan ahora un curioso panorama hasta las elecciones de mayo: el PP ejercerá tanto las labores de oposición como de gobierno. El alcalde dijo ayer que el cambio de siglas no le supone ningún conflicto ideológico y aseguró que la equivocación la había cometido cuando se presentó por el PSOE. Jorge Canda comenzó su carrera política en 1986 en el CDS. Tensión creciente El fichaje de Canda y la reciente polémica en Meaño han reavivado el fantasma del transfuguismo en Galicia A pesar de las reacciones enérgicas del PSOE, la situación parece distar todavía de la de febrero de 1999, cuando los socialistas dieron por roto el pacto antitransfuguismo después de los fichajes de Baltar en Ourense.