La Voz de Galicia

La esperanza de Rocío Jurado

Galicia

La cantante fue intervenida de urgencia el lunes en Houston, después de manifestar días antes en una entrevista su confianza en superar el cáncer de páncreas que padece

25 Jan 2006. Actualizado a las 06:00 h.

Hace poco más de un mes, el 20 de diciembre, Rocío Jurado volvía a los escenarios de los que había estado alejada durante un año y medio, desde que en el verano del 2004 se le diagnosticó un cáncer de páncreas. Arropada por artistas nacionales e internacionales, como Chayanne, David Bisbal, Raphael, Paulina Rubio o Lolita, la chipionera se mostró nuevamente como lo que siempre ha sido: una de las grandes voces de la canción española. Pero el homenaje emitido por La Primera deja ahora un regusto amargo, una sombra de mal fario, tras conocerse la noticia de que el lunes la artista tuvo que ser intervenida de urgencia en el MD Anderson Cancer Center, el hospital de Houston donde le tratan su enfermedad desde el 20 de septiembre del 2004. La familia de la cantante ha zanjado con un escueto «está bien» las preguntas sobre el estado de salud de la Jurado, aunque hasta el momento ni sus allegados ni el centro médico han facilitado información sobre los motivos que han hecho necesaria una intervención quirúrgica de urgencia. Tras la gala-homenaje de La Primera, la última aparición de la cantante en la pequeña pantalla fue en el programa de Jesús Quintero, el pasado día 10, con una entrevista que sirvió de anticipo al regreso de El loco de la colina. Y fue precisamente tras la entrevista cuando la tonadillera confesó a sus allegados que no se encontraba bien. Acompañada por su marido, el torero José Ortega Cano, viajó a Houston, dados los dolores agudos que sufría desde hacía días. El lunes entraba en el quirófano. Apenas dos semanas antes, la Jurado hablaba con Jesús Quintero ante las cámaras. Enfundada en un traje de chaqueta rojo, la artista mostró unos espléndidos 60 años y la lucha continua que libra contra el cáncer, de la que no dudó en hablar. Precisamente por eso, porque las cámaras recogieron la imagen más vital de la mujer y la fuerza de alguien convencida de que vencería a su mal, la noticia de su operación se encaja con un escalofrío, el de constatar la fragilidad humana. Recorriendo su vida artística, de la que, como testigo mudo, daba fe la selección de trajes de la cantante que llenaba el plató, Rocío fue desgranando sentimientos al calor de la voz de Quintero. Y a la pregunta de si estaba curada, la chipionera contestó: «No del todo. Estoy en un momento de esperanza, de lucha, de seguir vigilando, y ojalá que sea de cura total». Una esperanza de curación que busca de nuevo en uno de los más prestigiosos centros de oncología del mundo, la MD Anderson Cancer Center. En el mismo programa, Rocío Jurado también puso en palabras la dureza de la enfermedad y ese siempre innombrable miedo a la muerte: «... Esa es la verdadera soledad, el no tener a nadie al que decirle adiós», decía la de Chipiona recordando el momento en el que entró al quirófano por primera vez, cuando le pidió al médico que, si las cosas no iban bien, la reanimaran, aunque fuese «tres minutos», para decirle adiós a su gente. El vía crucis de su enfermedad comenzó el 30 de julio del 2004 con el ingreso en la madrileña clínica Montepríncipe, donde tres días después fue intervenida durante nueve horas. El 20 de agosto fue dada de alta y, apenas un mes más tarde, el 17 de septiembre, anunció en rueda de prensa que padecía un cáncer y que sería tratada en Houston. El tumor de páncreas es el quinto en mortalidad por cáncer en todo el mundo y uno de los más difíciles de diagnosticar, ya que es asintomático hasta una fase avanzada. En Estados Unidos se diagnostican cada año 29.000 nuevos casos, y a Houston viajan cada año a tratarse 250 españoles.


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