Solo un vecino habita en el lugar de Praducelo, y el colegio de Paredes de Lóuzara, diseñado para acoger a 120 niños, está cerrado desde el año 2006
14 Mar 2010. Actualizado a las 02:00 h.
El lucense Val de Lóuzara se encuentra enclavado entre O Courel y el alto do Poio (Pedrafita do Cebreiro) y ocupa la tercera parte de la extensión del término municipal de Samos. La enorme pérdida de población que ha experimentado en los últimos quince años ha ocasionado que estén desocupadas más del 70% de las casas que adornan los núcleos de las cuatro parroquias que lo componen -San Xoán, San Cristovo, Gundriz y Santalla.
El caso más drástico es el del núcleo de Praducelo, en el que llegaron a estar abiertas hasta siete tabernas y era una cita obligada el día 17 de cada mes. Hoy solo una de sus ocho viviendas está habitada.
Esta zona es la que vio nacer al poeta Fiz Vergara Vilariño (1953-1997), quien seguro que no estaría muy feliz si comprobara que en su localidad natal, Santalla de Abaixo, en la que llegó a haber 12 casas, hoy también solo queda una en la que reside gente.
La prueba más evidente del retroceso poblacional y demográfico de esta zona es que hace dos años tuvo que cerrar sus puertas el único centro escolar de la zona, ubicado en Paredes de Lóuzara. El colegio, inaugurado en 1990, estaba diseñado para albergar con comodidad a 120 escolares. En su primer año comenzó con 42 y a partir de ahí siempre fue bajando. Hasta que hubo menos de cinco alumnos de primaria, y tuvo que cerrar.
En la actualidad no existe ningún niño o niña en edad de cursar estudios de primaria. El único nacimiento fue el de una niña el pasado mes de septiembre, en el núcleo de Prado.