Vázquez no será el candidato hasta que Blanco rechace serlo

«Pepe es un referente en la política nacional y, además, gallego». Eso es lo que afirma el secretario general de los socialistas gallegos, Pachi Vázquez, en la entrevista que le ha hecho Domingos Sampedro y que ayer publicó La Voz de Galicia sobre su convivencia política con el vicesecretario general del PSOE, José Blanco. Si fuéramos Rosa Díez, diríamos que contesta de acuerdo al tópico que se atribuye a los nacidos en esta tierra.

Diciendo la verdad, Vázquez no acaba de decir lo que realmente piensa. Y en este caso, además, lo que afirma ni siquiera es exacto. Cualquiera que conozca a José Blanco sabe que primero y por encima de todo es gallego. Y luego, además, cualquier otra cosa. Ministro de Fomento, vicesecretario general del PSOE, hombre fuerte del Gobierno, negociador más cualificado de los socialistas con los barones populares y factótum del PSdeG, por ejemplo.

No se trata de que Blanco sea «un referente de la política nacional y además gallego» como pretende Pachi Vázquez. Una descripción que casaría bien por ejemplo con Mariano Rajoy o, mejor aún, con la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado. Si lo que pretende el secretario general de los socialistas de Galicia es dar a entender que al haberse convertido en una figura política de primer nivel nacional Blanco ha perdido interés por influir en la política de Galicia, que abandone toda esperanza.

El titular de Fomento es un especialista en despistar a los medios, y por lo que parece a sus propios compañeros, sobre sus intenciones políticas de futuro. «Mi deseo es dejar la primera línea a partir de la próxima legislatura», me dijo en una entrevista, allá por mayo del 2007. Desde entonces no ha cesado de asumir cada vez mayores responsabilidades. Nada indica, ni por asomo, que su deseo sea abandonar la «primera línea» de la política. Y mucho menos, como aseguró también en aquella entrevista, que ansíe trabajar en la empresa privada.

Ofertas de la empresa privada

No dudo que sea cierto que, como me dijo, tenga «alguna propuesta del ámbito privado que puede resultar muy sugerente». Si Eduardo Zaplana ha podido reciclarse como alto ejecutivo de Telefónica y hasta Jaume Matas asesoraba a Price Waterhouse en Nueva York poco después de desvalijar a los ciudadanos de Baleares, Blanco, con un prestigio intacto y creciente, tiene mucho más méritos para ser codiciado por el sector privado. Pero los tiros no van por ahí.

Pachi Vázquez haría bien en reflexionar sobre por qué es uno de los pocos barones regionales del PSOE, junto al madrileño Tomás Gómez, que no ha sido confirmado públicamente como candidato en su comunidad. Fuentes muy cercanas al propio Blanco aseguraron hace no mucho que aunque Vázquez está haciendo a su juicio un buen trabajo, el ministro no descarta ser candidato en Galicia en el 2013 si el PSOE gana las generales del 2012. Siempre que el partido se lo pida, claro. Que se lo pedirá si las encuestas dicen que puede ganar.

Y José Blanco no es el único gallego que lo piensa. Una persona muy cercana a Alberto Núñez Feijoo aseguraba también hace unos días a La Voz de Galicia que el presidente gallego está convencido de que Blanco será su rival en el 2013 si los socialistas ganan las generales. La diferencia es que mientras Blanco está convencido de que Zapatero volverá a ganar en el 2012, Feijoo está seguro de todo lo contrario.