La Voz de Galicia

Antonio recupera a uno de sus hijos

Galicia

Dolores Vázquez a coruña/la voz.

Vendedores ambulantes ayudan a pagar las fianzas para que uno de los vástagos y un cuñado del hombre que pedía Justicia en A Coruña pudieran salir de prisión

03 Jul 2010. Actualizado a las 02:55 h.

La protesta pacífica llevada a cabo en los juzgados coruñeses por Antonio Jiménez, el presidente de los vendedores ambulantes, ha dado sus pequeños frutos y esta semana David, uno de sus hijos, y su cuñado Gregorio Amaya, han salido en libertad bajo fianza, tras permanecer seis meses en prisión al estar implicados en una pelea que se originó la madrugada de Año Nuevo a las puertas de un pub en la zona del Orzán.

Sin embargo, este hombre, que ha asumido el peso familiar de los ausentes haciéndose cargo de sus nueras y de sus 13 nietos, se muestra descontento con la Justicia. «Han estado seis meses en prisión sin tener culpa ninguna y han salido tras tener que pagar 3.000 euros de fianza por cada uno, no hay derecho. Gracias a que lo juntamos entre todos, porque no teníamos ese dinero», explica Antonio respecto a la colecta que han hecho entre compañeros y parientes para poder sacar a dos de los suyos. Asegura que no entiende cómo se puede pedir una fianza tan elevada por una detención por una agresión, mientras continúa reivindicando la inocencia de sus familiares.

David y Gregorio, delante de las viviendas sociales en las que viven en Orillamar, relatan que la experiencia ha sido tremenda y piden por Paulo, Emilio e Indalecio, los hermanos de David que continúan en prisión. «Ninguno ha estado en la cárcel; al principio estábamos en el módulo 12 y era para asustarse, yo lloraba, tenía ansiedad», comenta David, mientras su tío reconoce que les rogaban, pese a no tener posibilidad de éxito, a los funcionarios que los sacaran de allí. «No se lo desearía ni al peor enemigo», explica David, que reconoce que la noche de Fin de Año habían bebido cuando bajaron a continuar la fiesta a la tradicional zona de copas coruñesa, pero afirman que la pelea no la iniciaron ellos y que dos porteros, ayudados por otro hombre, los agredieron con un bate de béisbol y una barra de hierro.

«Nos negaron la entrada y le pegaron a mi hermano Emilio, y después a mí me rompieron un diente», explica David, que asegura que todavía ahora no entiende por qué la policía los detuvo a ellos, y después a sus hermanos, que también se dirigían a la zona. «En vez de cogerlos a ellos, nos cogieron a nosotros, y eso que fue una lucha de David contra Goliat, uno de ellos era el portero más alto de todo el Orzán, era enorme», prosigue en su recuerdo de esa noche.

Mientras, siguen lamentándose de los 6.000 euros que han tenido que depositar y aseguran que no entienden los baremos, ya que un yerno de Gregorio, también encarcelado por los mismos hechos, salió al mes tras abonar 1.000 euros. «Ahora volveremos a la venta ambulante para ganar la peseta», relata Gregorio, que agradece a la familia el apoyo prestado y que ellos mantendrán con los que quedan en Teixeiro.


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