La Voz de Galicia

Portugal gastará siete millones en radares para incrementar las multas por exceso de velocidad

Galicia

14 Apr 2011. Actualizado a las 06:00 h.

Los peajes automáticos por los que las autovías del norte de Portugal dejaron de ser gratuitas desde el 15 de octubre pasado, además de propiciar el descenso en el número de vehículos que transitaban por dichos viales han echado por tierra los cálculos de ingresos de la Administración lusa. La fuga de coches de las autovías portuguesas hacia las carreteras nacionales ha hecho que las arcas públicas hayan ingresado ocho millones de euros menos de lo previsto tan solo en el último trimestre del año pasado. Para paliar en parte esa minoración en los ingresos y aportar fondos a la maltrecha economía pública portuguesa su Ejecutivo se ha lanzado a adquirir radares para controlar la velocidad en su red de carreteras, aunque sin reconocer esa finalidad económica.

Más de siete millones serán gastados en plena crisis para comprar e instalar cincuenta radares fijos por todo el país para mejorar, en teoría, la seguridad viaria en las carreteras lusas. La rentabilidad de los controles de velocidad ha sido puesta de manifiesto en el balance realizado con los aparatos de una única autovía, la A-25, que une Aveiro con la frontera de Salamanca, que en sus tres primeros años de vida han recaudado 7,7 millones de euros en multas.

Más de la mitad este año

Los 30 primeros radares del plan de control de velocidad se instalarán este mismo año, y se cumplimentarán con controles móviles de su policía de carreteras que están teniendo ya una especial incidencia en los vehículos con matrícula extranjera, cuyos conductores son obligados a pagar las sanciones en el momento, como al contrario ocurre también en España. Las multas pueden ir de 120 a 600 euros cuando no se superan los 140 kilómetros por hora y hasta 1.500 si se rebasa esa velocidad.


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