La A-24 de Verín a Chaves carece de información sobre los peajes

La festividad a ambos lados de la frontera protagonizó la entrada en vigor del peaje de la autovía portuguesa A-24 (Interior-Norte) en el día de ayer. El viajero que llegue hasta Verín y parta en dirección a Portugal no sabrá hasta rebasar el primer arco que sirve para identificar el vehículo -y que directamente aplica el cargo bancario a las cuentas de los conductores- que se encuentra en una autovía de peaje. Ninguna cartel indica a su entrada que el viajero deberá pagar por su uso.

Los pocos conductores que conocían el inicio del pago por el uso de esta infraestructura a partir de ayer tampoco tuvieron suerte. Las oficinas de Correos en donde se pueden adquirir los dispositivos electrónicos estaban cerradas y ni la última gasolinera antes de dejar España ni la primera área de servicio al entrar en Portugal ofrecen la posibilidad de adquirir el aparato ni de sacar un tique de prepago por el uso.

«Llevamos meses recibiendo llamadas telefónicas de personas preguntándonos cómo funciona eso del prepago o de la maquinita que deben comprar y nosotros no tenemos mucha idea», explicaba ayer Ana Lombao, trabajadora de la gasolinera de Feces de Abaixo. Junto a ella están dos vecinos de Chaves, Jose Pereira y Fernando Carvalho, que día a día se desplazan a un lado y otro de la frontera. «Nós imos pola estrada e seguiremos indo. O mellor para nós será que agora máis xente utilizará esta estrada e para o negocio é mellor».

Al entrar en Portugal y tras rebasar la primera salida hacia el parque empresarial de Chaves (que se libra del peaje) se encuentra el primer arco, que marca 0,80 euros para vehículos. Un kilómetros después el segundo (0,70 euros), y antes de llegar a Vidago, el tercero (0,80 euros). Así, en algo más de 20 kilómetros, el conductor ya ha rebasado tres arcos de cobro de tasas. «Non temos nin idea do da máquina, soamente que se pode mercar en Correos, pero hoxe é festivo aquí», explicaba María Augusta Moreira, del área de servicio de Vidago. «Penso que o normal sería que nós puidéramos vendela, nós teriamos que ter aínda que fose a máquina de prepago», subrayaba. También han recibido en los últimos meses muchas llamadas para pedir información. «Nós explicamos o que sabemos, pero ninguén nos dixo nada».

Eso sí, deja entrever que los españoles no tendrán que pagar las multas. «Vós aínda que pasedes e os fagan a fotografía da matrícula, o Goberno portugués non ten forma, porque non ten os arquivos, de atopar as vosas direccións. Outra cosa sería que vos parase a policía, entón hoxe ben podedes dicir que non tiñades onde mercar a tarxeta de pago».

Según indicaban en el día de ayer algunos vecinos de Chaves, el Gobierno portugués les ofrece 10 tasas gratis al mes, cifra que consideran baja ya que, por ejemplo en los casi 20 kilómetros de Chaves a Vidago ya se encuentran con tres zonas de pago. O lo que es lo mismo: les serviría únicamente para un viaje de ida y vuelta.

Otros puntos de la frontera

Esta no es la única autovía entre el país vecino y España que se vio gravada a partir de ayer. También se encuentran la A-22 (Algarve), A-23 (Beira Interior) y A-25 (Beria Alta-Beira Litoral). En algunas de ellas, caso del Algarve por ser una de las más transitadas, se vivieron ayer situaciones de confusión entre los conductores por la falta de información. El director de Estradas de Portugal, Luis Pinelo, salió al paso de las criticas asegurando que no se trata de peajes caros en comparación con otros y que el único problema se deriva de la necesidad de tener que adquirir un aparato electrónico. Subrayó que se trata de un sistema sencillo y que las dificultades de la puesta en marcha se irán solventado con el día a día.