La Voz de Galicia

Ambiente tenso entre el exdiputado y el empresario

Galicia

Xosé V. Gago ferrol / La Voz

Escribano, que declaró tres horas y media ante el juez, habló con Fermín Duarte en el descanso del interrogatorio

10 Dec 2011. Actualizado a las 06:00 h.

Javier Escribano llegó a los juzgados de Ferrol a las 9.30, con media hora de antelación. Lucía abrigo oscuro cerrado con bufanda negra, peinado hacia atrás y sonrisa nerviosa. Saludó sin detenerse y subió rápido hasta la sala de espera del juzgado, a salvo de los flashes. Escribano llegó a pie, lo que echó por tierra las quinielas sobre la marca del coche que lo conduciría a su interrogatorio.

Unos minutos después entró el segundo imputado, el empresario Fermín Duarte. No se permitió muchas sonrisas, evitó a la prensa y se dirigió a la sala con gesto muy serio. Los dos evitaron hacer declaraciones.

El primero en entrar fue Escribano. Fue interrogado durante tres horas y media con un pequeño descanso a las dos horas, después de que el magistrado Morán Llordén terminase sus preguntas. En ese receso los acusados intercambiaron palabras en un ambiente tenso mientras sus abogados observaban.

Luego fue el turno de Fermín Duarte. Mientras el empresario era interrogado, Escribano accedió a adelantar su versión. Dijo estar satisfecho de «haber podido declarar» y se mostró seguro de que los «documentos» que había presentado demostrarían su «inocencia en este asunto».

Cuando el proceso terminó, Duarte, con aspecto cansado, fue el primero en salir. Fue su abogado, Darío Díaz Pineda, quien explicó que con las declaraciones y la documentación aportada «ha quedado totalmente acreditada la existencia de la venta del Porsche», con lo que «la causa queda vacía de contenido». Díaz Pineda añadió que el asunto debería ser solventado por vía administrativa y que ha sido «utilizado políticamente». Su cliente solo añadió que se siente «indignado».

Escribano salió después. Se disculpó por la espera y manifestó que no tiene «ninguna duda» de que es «absolutamente inocente de los cargos» que se le imputan: cohecho y tráfico de influencias. Su abogado, Francisco Javier Pérez Tarrío, añadió que pedirán el archivo de la causa. El letrado consideró «evidente» que se ha hecho un uso político de la causa.

Todos se alejaron a pie de los juzgados de Ferrol.


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