La Fiscalía insiste ahora en imputar a Cacharro, que citó de testigo en el 2009

La Fiscalía de Lugo insiste: Cacharro ha de ser imputado en la operación Muralla. Por eso, presentó un recurso contra la decisión de la jueza Ángela Galván de no aceptar la petición que en su momento había presentado en tal sentido el fiscal jefe, Javier Rey Ozores. Ese planteamiento se produce casi siete años después de iniciada la investigación que todavía se encuentra sin cerrar. Pero resulta que en 2009, el fiscal al que sustituyó Ozores pidió que Cacharro declarase, pero como testigo y así sucedió.

Francisco Cacharro declaró en la operación Muralla como testigo hace ahora cuatro años. Por aquel entonces, el fiscal que se ocupó de asistir a la misma no consideró necesaria su imputación aún cuando el material disponible con relación a las presuntas adjudicaciones irregulares era el mismo que hay actualmente porque prácticamente no se movió nada en la operación desde que el fiscal Jesús Izaguirre llevó a cabo la misma. Su marcha a Vitoria dejó interrumpida totalmente la investigación con nueve personas imputadas, varias de ellas en libertad por haber pagado diversas fianzas.

El puesto de fiscal jefe que dejó vacante Jacinto Fernández Villalvilla, que fue quien pidió que Cacharro declarara como testigo, fue cubierto por Javier Rey Ozores. Uno de sus objetivos preferentes fue dar un impulso a la operación Muralla y, además, de pedir informes a una unidad especializada de la policía, reclamó la imputación de un alto funcionario de la Diputación que formaba parte de las mesas de contrataciones. En este caso la jueza sí aceptó tal petición.

Rey Ozores también pidió la imputación de Cacharro, pero la jueza no lo aceptó parece que, entre otras cuestiones, porque el fiscal no llegó a fundamentar suficientemente su petición. El expresidente de la Diputación, cuando declaró en la operación, dijo que él se limitó a seguir los procedimientos establecidos para algunas adjudicaciones.