La Xunta acata las sentencias contrarias a su política lingüística
Galicia
Feijoo justifica la decisión de no recurrir ante el Supremo los fallos del TSXG sobre su decreto del gallego en la enseñanza aduciendo que se trata de una resolución «coherente» y «consecuente cos nosos compromisos electorais»
14 Mar 2013. Actualizado a las 17:12 h.
Sí, no, sí, no, sí, sí, sí... Finalmente, no. Casi cuatro meses ha tardado el Gobierno autónomo en deshojar la margarita: no presentará ante el Supremo recurso de casación contra las sentencias del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que anulan parcialmente el decreto del plurilingüismo en la enseñanza no universitaria, aprobado en mayo del 2010. A sólo unas horas de que expirase el plazo legal para adoptarla, la decisión la ha anunciado este mediodía el jefe del Ejecutivo, Alberto Núñez Feijoo, en comparecencia de prensa posterior al Consello de la Xunta.
El mandatario popular ha justificado la postura de su Gabinete aduciendo que se trata de algo «coherente [...] e consecuente cos nosos compromisos electorais, respaldados masivamente» por la ciudadanía en los comicios autonómicos del pasado 21 de octubre. Asimismo, implícitamente, ha cargado contra PSOE, AGE y BNG por no haber aceptado la oferta de consenso en este campo que les había planteado en el Parlamento.
Entiende Feijoo que los fallos del TSXG avalan en realidad casi en su totalidad los planteamientos lingüísticos de la Xunta. «Queremos -ha abundado- sacar das aulas a pugna política ao redor da lingua». Además, cree que, con este paso, el decreto de la discordia queda «blindado con seguridade xurídica». Por último, ha avanzado que se mantendrán las encuestas a los progenitores y serán tenidas en cuenta, si bien sus resultados no tendrán consecuencias obligatorias. También se pedirá «flexibilidade» a los profesores a la hora de permitir a los estudiantes de elegir idioma de expresión.
Las sentencias que la Administración acata tumban dos puntos clave del polémico decreto, el segundo párrafo del artículo 5.2 y el 12.3 en su integridad. Es decir, dejan sin efecto el carácter vinculante de la consulta a los padres para dirimir qué lengua se emplea en las aulas de infantil y también el derecho del alumno a utilizar el gallego o el castellano según sus preferencias, salvo en materias de lengua.
Hasta la fecha, la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria ya había tratado de restar cierta importancia a los pronunciamientos del TSXG, arguyendo que «só invalidan un 5 por ciento [el 6,1, en rigor] dun texto integrado por 33 regulacións». El espíritu global del documento, insistía el equipo de Jesús Vázquez, había pasado con nota la prueba de los tribunales.
El asunto llegará al Supremo, no obstante, ya que la Real Academia Galega ha formulado recurso a propósito del citado decreto del plurinlingüismo. La institución dirigida hasta ayer por Xosé Luís Méndez Ferrín persigue con su protesta no la preservación de los artículos suprimidos, sino la anulación de todos, por «retrógrados e reaccionarios».