La Voz de Galicia

El Sergas jubiló este año a 256 médicos

Galicia

Elisa Álvarez Santiago / La Voz

Sanidade retiró al 3 % de sus facultativos en 9 meses al no dar prórrogas a partir de los 65

11 Oct 2013. Actualizado a las 16:58 h.

Miguel Cabanela fue el cirujano encargado de operar al rey en su última intervención quirúrgica. El prestigioso médico gallego sigue trabajando a los 71 años en la clínica Mayo de Rochester (Estados Unidos). En el Sergas son ya pocos los que sobrepasan los 65, y a partir de enero del 2014 serán menos. Desde enero y hasta septiembre se han ido 256 facultativos de la sanidad pública, el 3 % del total de la plantilla de médicos, según datos de la consellería. Este año han dejado de concederse las prórrogas que desde los 65 y hasta los 70 podían solicitar estos profesionales, y que en la práctica pedían masivamente. Desde el sindicato de médicos O?Mega han realizado un estudio estimativo de estas jubilaciones, en las que se refleja que las áreas más afectadas han sido Santiago y Vigo.

De Santiago es precisamente Torcuato Labella, quien fue jefe del servicio de otorrinolaringología del CHUS y explica muy bien cómo ha ido cambiando este proceso a lo largo de los años. Primero era la propia Administración la que preguntaba a los médicos si querían quedarse, y sin ninguna gestión permanecían ya hasta los 70. Después había que solicitarlo por escrito, y en la última etapa pedirlo anualmente y pasar los informes correspondientes. Finalmente llegó el momento en el que no se conceden prórrogas. En el Sergas solo quedan a partir de los 65 los médicos eméritos, como es el caso de Labella, y los funcionarios, profesores de universidad asociados al Sergas.

Luis Ríos Tallón, urólogo en Santiago, pidió la prórroga desde los 65 y se la fueron concediendo hasta este año, así que con 67 se jubiló. En su caso se ofreció incluso a seguir tutelando a residentes gratis. «En mí se ha invertido, y cuando se está a pleno rendimiento y de repente esa inversión se va al trastero, opino que podría aprovecharse nuestra experiencia, incluso voluntariamente», afirma.

Admite que la práctica asistencial da unas tablas que no se obtienen en la facultad. «A veces entra un paciente y más o menos, por la expresión, la postura y los gestos eres capaz de saber adónde dirigirte. Y eso se adquiere por la experiencia de haber visto muchos casos y pacientes». Entiende, si se trata de un tema económico, que los mayores deban dejar paso a los jóvenes, aunque no tiene muy claro el ahorro a corto plazo, «porque la gente con experiencia puede solventar problemas más rápido». Una de las críticas que hace Luis Ríos es que este proceso no se haya hecho de forma gradual, sino que se haya jubilado a todos los facultativos mayores de 65 años.

No se cubren todas las plazas

José Quiroga Gayoso, jefe del servicio de traumatología del complejo hospitalario de Ourense hasta hace unos meses, se jubiló con 67 años. En su caso le remitieron a los 65 un escrito que le permitía seguir hasta los 70, pero al final solo le concedieron dos prórrogas. Asegura que los jóvenes están preparados y a determinada edad tienen ya experiencia. «Discrepo en lo de que tenemos más conocimiento, porque lo que no sepa un especialista a los 45, ya no lo va a aprender, y siempre tendrá más vigor que uno de 67», dice. Donde no está tan de acuerdo es en la segunda parte, «ya que no se incorporan en el mismo número a otros médicos, y además se hacen contratos precarios de guardias. Y no digamos ya en atención primaria», concluye.


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