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El octogenario coruñés pudo quitarse la vida al comprobar que su pareja estaba muerta

Galicia

Emiliano Mouzo A Coruña / La Voz

Los vecinos subrayaron que «ultimamente o home estaba moi decaído». Las pruebas toxicológicas hacen pensar que la mujer falleció por causas naturales

11 Jan 2014. Actualizado a las 07:00 h.

Las Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía está a la espera de recibir el resultado de las autopsias, sobre todo por las pruebas toxicológicas, practicadas a los cadáveres de María Sende Montoiro y Benjamín Giao Bello, para determinar las causas de sus muertes.

María y Benjamín eran los dos octogenarios coruñeses que el jueves fueron encontrados muertos en su casa, en el 10.º D del número 8 de la avenida de Glasgow, por los bomberos, agentes de la Policía Nacional y un equipo médico del servicio de urgencias del 061.

Sin embargo, casi todas las líneas de investigación abiertas por los expertos «desembocan en la idea de que a la mujer le sobrevino la muerte por causas naturales, y Benjamín decidió quitarse la vida al comprobar que su compañera durante tantos años había fallecido», señalaron fuentes próximas a la investigación.

«Estaba moi decaído»

De la misma forma se manifiestan sus vecinos. «Benxamín era un bo home. Ben é certo que de portas para dentro sabe Deus o que pasa, pero xamais escoitamos nin un follón entre eles, nin un berro, nin unha palabra máis alta ca outra», aseguró una vecina. Esta misma mujer subrayó que «ultimamente o home estaba moi decaído, non andaba ben, coma se estivese sin forzas. Hai que pensar que María levaba ao menos dez anos encamada, debido a un accidente, e era moito traballo para un home de 84 anos».

Otra residente en el número 8 de la avenida de Glasgow recordó que desde hacía un tiempo «Benjamín me decía que su mujer estaba peor, que casi no comía, que intentaba variarle los menús, pero que era igual». Por todas estas razones, «porque ao home xa lle fallaba a saúde e porque xa non era capaz de atender á súa compañeira, ¡vai saber o que lle pasou pola cabeza!», indicó otro vecino.

Sin coger el teléfono

Tampoco se sabe qué día murió la pareja. La vecina del mismo rellano aseguró ayer que ya llevaba «varios días sin escuchar ruidos típicos de vivir en una casa. Pero era normal. No eran de hacer follón». Pero sí aseguró que el pasado martes «sonó mucho el teléfono en su piso, y el miércoles... y nadie cogió».


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