Makelele comparte celda con presos preventivos en Soto del Real
Galicia
El boxeador pasó ayer su primer día de privación de libertad tras ser extraditado
15 Aug 2014. Actualizado a las 23:12 h.
De acariciar el éxito como boxeador en Estados Unidos a ser un recluso más de la cárcel de Soto del Real. Jorge Luis Sosa Mejuto, apodado en Galicia como Makelele, pasó ayer su primer día en prisión después de ser extraditado. Obedeciendo a un exhorto lanzado por el juzgado de lo penal 1 de Vigo al juzgado de instrucción 14 de Madrid, fue enviado directamente a la cárcel. Instituciones Penitenciarias lo ha recluido en el centro penitenciario de Soto del Real, donde comienza ya a cumplir su condena.
No será el emplazamiento definitivo donde pague con su pérdida de libertad haber matado a un matrimonio de Vigo en un pique con otro conductor. La cárcel de Soto del Real está destinada a presos preventivos, que se encuentran encarcelados a la espera de ser sometidos a juicio. En principio no estaría más de dos años ingresado en este centro, según indicaron ayer fuentes judiciales en Madrid. Pasado ese tiempo, será trasladado a otra prisión para terminar de cumplir la pena de tres años y nueve meses de privación de libertad. Él mismo podría solicitar antes su acercamiento a la cárcel de A Lama, para estar más cerca de su madre, que reside en un barrio de Vigo. Cuenta con un abogado de oficio que lo asistió desde su llegada al aeropuerto Adolfo Suárez, cuando las autoridades americanas lo pusieron en manos de la justicia española. Jorge Luis Sosa fue condenado a casi cuatro años de cárcel como autor del siniestro que acabó con la vida de un matrimonio de Vigo que regresaba a su casa en coche después de cenar una noche de enero de 2008.
El acusado se encontraba en libertad mientras tramitaba la petición de indulto, situación que aprovechó para abandonar el país y emprender una nueva vida en Estados Unidos, su país de origen. El juzgado de lo penal 1 de Vigo decretó una orden internacional de búsqueda y captura. La Interpol lo interceptó el año pasado en Pensilvania, donde se había convertido en un boxeador profesional, que escalaba puestos en la categoría wélter bajo el apodo de El Terrible Sosa. Su sueño se acabó tras su reciente detención y extradición a España para cumplir la condena.