Los que perderían el bastón municipal con la reforma
Galicia
La reforma que propone el PP solo habría descabalgado a cinco alcaldes en las siete ciudades
25 Aug 2014. Actualizado a las 12:04 h.
No es más que un ejercicio de ficción electoral, pero sirve para ejemplificar los cambios que la reforma de la ley electoral que plantea el PP podría generar en el mapa político gallego.
Bajar en diez puntos el listón de la mayoría absoluta para dejarlo en el 40 % de los votos, solo habría generado de manera directa cuatro modificaciones de alcaldías a lo largo de los nueve mandatos transcurridos desde 1979. Abel Caballero no habría logrado ni la primera ni la segunda vez el bastón de mando. Lo habría hecho ambas Corina Porro y con mayoría absoluta.
López Orozco se hubiera visto privado igualmente de su cuarto mandato, que ahora estaría en manos del popular Jaime Castiñeira con mayoría absoluta holgada además si el cambio de reglas electorales estuviera vigente.
El nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores habría visto igualmente cortada en el 2007 y según el baremo popular su carrera de 16 años de alcalde, y lo mismo le habría ocurrido al socialista ourensano Francisco Rodríguez, que no habría sido regidor en ese mismo mandato.
En las siete ciudades sería necesario haber resuelto en doble vuelta la elección de alcalde 34 de las 63 veces en las que se renovó en ellas en total el bastón de mando. Domingos Merino, el primer regidor de A Coruña en democracia, es el único que no habría tenido ninguna posibilidad de acceder al cargo, pues al ser el tercero más votado no habría podido disputar la segunda vuelta, reservada a los dos primeros. En A Coruña con Francisco Vázquez, en Ourense con Manuel Cabezas y en Lugo con Vicente Quiroga, se darían los únicos casos de alcaldes con varios mandatos a los que la reforma no les habría discutido el puesto, al obtener mayorías absolutas y sin rivales a menos de cinco puntos que les forzasen a un obligado segundo paso por la urnas.
Soto en Vigo, Estévez y Bugallo en Santiago, Rivas en Pontevedra y Quintanilla en Ferrol sí habrían tenido que someterse al menos una vez a la doble vuelta, mientras que cuatro mayorías simples (dos en Lugo y dos en Pontevedra) se habrían convertido en absolutas.