Un avión de Vueling, obligado a regresar a Alvedro al chocar contra unos pájaros

«El despegue ya fue un poco raro porque había como turbulencias. Después notamos pequeños impactos; cesaron y la situación se normalizó. Pero media hora después, más o menos, el comandante nos anunció que volvíamos a A Coruña». Una joven resumía ayer de esta forma la pequeña odisea que pasaron los 180 pasajeros de un vuelo A Coruña-Londres operado por Vueling que, al poco tiempo de despegar, se cruzó con una bandada de pájaros. Ante la posibilidad de que las aves pudiesen haber dañado partes del motor, el piloto decidió regresar a pista y que los servicios de mantenimiento revisasen el aparato.

Desde Vueling confirmaron que el avión, un Airbus A-320, no tenía daño alguno y que, después de la inspección técnica, a las 18.05 tenía previsto de nuevo su despegue. «En los casos en los que se produce una succión de pájaros en el motor de una nave se sigue un protocolo de seguridad que consiste en el regreso inmediato al aeropuerto de origen para comprobar que no haya daños mayores», indicaron.

Algunos pasajeros comentaron mientras esperaban a volver a embarcar que pasaron algo de miedo: «Todavía estoy nerviosa. ¡Mira, si tengo los pelos de punta!», decía ayer una pasajera a sus compañeras. También salieron a la cafetería de la terminal un grupo de ocho menores que viajaban a Londres y que, estuvieron acompañados por un miembro de seguridad de Aena. «Nos han invitado a unos refrescos. Tendremos que esperar, como mucho, una hora», indicaron. Y el vuelo a Londres, después de su primer despegue a las 16 horas (tuvo un retraso de 20 minutos), salió de nuevo poco después de las 18 horas.

Muerto en otro vuelo

Un vuelo de Air Berlin que cubría la ruta Múnich-Santo Domingo tuvo que regresar ayer a Santiago y aterrizar en Lavacolla por una emergencia médica a bordo. Un pasajero que se encontraba mal, Joachim Franz Lachermeirrhans (54 años), falleció a causa de un infarto, según fuentes extraoficiales.