Un juicio por hacer «sexting» en Vigo se salda con 360 euros
Galicia
El implicado reenvió por WhatsApp unas fotos íntimas de un «ligue» de 14 años de su instituto
04 Nov 2014. Actualizado a las 05:00 h.
El juzgado de lo penal número 2 de Vigo condenó a un adolescente a pagar una multa de 60 euros por una falta de vejaciones injustas al haber reenviado por WhatsApp fotos íntimas de una amiga de 14 años y compañera de su instituto. Ella había regalado a su pretendiente su propio autorretrato en el que aparecía desnuda como una prueba de amistad. Además, el mozo abonará 300 euros de indemnización a la víctima por el trauma que le causó, ya que tras el escándalo, ella abandonó el centro escolar por la vergüenza. En total, la broma le ha costado 360 euros al implicado aunque tuvo suerte porque, inicialmente, se enfrentaba a un año de cárcel y varios miles de euros de indemnización.
La clave de la sentencia está en que la adolescente agraviada envió voluntariamente su imagen, en la que aparecía sin ropa, al acusado y que este la redifundió por mensajería instantánea a otra amiga. No se sabe cómo, pero al poco tiempo las fotos circularon por todo el instituto. En todo caso, el implicado no robó las imágenes, lo que tiene en cuenta el tribunal.
La jueza también valoró el hecho de que el acusado tampoco usó Internet para que la foto llegase a más gente ni la acompañó de comentarios jocosos o infamantes contra su amiga. Por todo ello, la magistrada solo vio una falta de vejaciones injustas y no un delito contra la intimidad.
Esta sentencia marcará la senda por la que sigan otros pleitos que hay en Vigo, la mayoría con el mismo guión. Dos compañeros de instituto tontean, ella le manda por WhatsApp un autorretrato erótico como prueba de amor pero el otro la traiciona, posiblemente tras alguna riña por celos, y la difunde por todo el instituto. La edad de los implicados suele rondar los 14 o 15 años.
Decenas de imputaciones
Asuntos como este acaban con decenas de compañeros de clase que desfilan por la comisaría tras ser imputados por reenviar, a su vez, las imágenes. La policía no tiene ningún problema en seguir el rastro de las fotos y localizar a los dueños de los móviles que las reenvían. Solo en Vigo se han abierto dos grandes casos en institutos de la ciudad con decenas de imputados. Solo se libran aquellos que las guardan en su móvil sin difundirlas por WhatsApp y mucho menos subirlas a Facebook o Tuenti.
Generalmente, los imputados acaban ante el Fiscal de Reforma de Menores si son mayores de 14 años, donde reciben una buena reprimenda. Si son más jóvenes, el caso lo lleva Protección de la Infancia, que puede hacer preguntas a los padres por si los niños están desatendidos.