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El radar de tramo de la AG-55 suma más de 3.000 multas desde enero

Galicia

Toni Longueira Carballo / La Voz

Muchos conductores acumulan denuncias en apenas unos días al sobrepasar el límite de 100 kilómetros por hora fijado en esa zona

16 Mar 2015. Actualizado a las 13:35 h.

El radar de tramo puesto en funcionamiento por la Dirección General de Tráfico (DGT) en la autopista AG-55 (A Coruña-Carballo) ha contabilizado más de 3.000 infracciones por exceso de velocidad desde que el pasado 2 de enero se puso en marcha. Este sistema de control es de los pioneros en la comunidad gallega junto con los instalados en la A-8, a la altura de Mondoñedo, y el de la AG-64, entre As Pontes y Ferrol.

El panel que anuncia la existencia de este dispositivo de control, ubicado en el viaducto de Loureda (en sentido A Coruña), está justo a la salida del primer peaje, en Larín (Arteixo). La velocidad entre el kilómetro 14,8 y el 11,7 está limitada a 100 kilómetros por hora.

Infracciones

Pese a la señal de advertencia de entrada en tramo vigilado, el goteo de infracciones ha sido una constante en estos dos meses. Son muchos los conductores que acumulan varias sanciones desde el mes de enero. Es el caso de Carlos Lens San Martín. Tiene 38 años y es profesor de francés en el instituto Agra de Leborís de A Laracha desde hace seis cursos. Es usuario de la AG-55 desde hace doce años ya que también fue docente en Fisterra y Vimianzo. En su caso le han sido notificadas seis multas por incumplir la norma entre el 15 de enero y 5 de febrero: «Suman 600 euros, pero con el descuento del 50 % por pronto pago me quedaron en 300», comenta con resignación.

Carlos Lens se define como un conductor responsable. Tiene un Ford C-Max y paga la autopista con el telepeaje. «La verdad es que no me he fijado en el panel indicativo de la salida del peaje. Soy consciente de que las multas son correctas porque me he excedido de los 100 kilómetros por hora, pero Tráfico pudo colocar la señal a una mayor distancia del peaje porque un conductor se fija más en estos casos en los coches que le pueden salir por la derecha o por la izquierda que del radar».

En su caso, las sanciones le fueron notificadas el pasado 17 de febrero «todas juntas». Y añadió: «Por ir a 111, 112, 113 y 114 kilómetros por hora» Y pese a todo, este profesor de francés reconoce que pudo ser peor: «Notifiqué al instituto mi baja por paternidad y llevo varios días sin ir al colegio, si no seguramente tendría más multas, pero no porque sea temerario».

El radar de la autopista AG-55 está situado en un tramo en descenso en el que Tráfico había detectado grandes excesos de velocidad con grave riesgo para la circulación en una zona de intenso tráfico.

Un dispositivo pionero que diferenciará entre coches, camiones y furgonetas

El radar de tramo de la AG-55, como el instalado en la A-8 y en la AG-64 es de los denominados de última generación. En concreto, el de la AG-55 incorpora un sistema que se estuvo probando y que cuando se active permitirá diferenciar si se trata de un coche, una furgoneta, un camión o un autobús. Lo hace a través de un lector de matrículas. De esa forma, el radar distingue la velocidad máxima que le corresponde a cada vehículo y en cuántos kilómetros por hora sobrepasa el límite fijado en cada tramo de la vía. Es lo que los diferencia de los radares tradicionales, que solo registran los excesos de velocidad sin tener en cuenta la modalidad de vehículo.

Este moderno sistema de vigilancia es el que se probó en la AG-55, donde la velocidad máxima permitida en el tramo vigilado es de 100 kilómetros por hora. La matrícula registrada por el sistema es enviada de forma telemática a una base central de denuncias de la DGT en León, donde se comprueba el tipo de vehículo asociado a esa placa y si se trata de un coche, camión, autobús o furgoneta.

Varios usuarios de la autopista AG-55 han criticado el lugar en el que está colocada la señal que advierte del radar, muy cercano al peaje. También en los últimos meses algunos conductores señalaron que se han incrementado las denuncias en el tramo en el que se llevan a cabo las obras de construcción del acceso a Punta Langosteira ya que en el carril reversible habilitado en la zona en obras es obligatorio encender las luces de cruce, aunque sea de día. Esta circunstancia, olvidada por muchos conductores, ha supuesto un incremento de las sanciones.


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