Las mareas rechazan ir a las generales como satélites de Podemos
Galicia
Los potenciales aliados de Pablo Iglesias le advierten que no tolerarán ser actores secundarios de una candidatura gallega liderada por su partido
03 Jul 2015. Actualizado a las 15:40 h.
En las municipales, las mareas aprovecharon la decisión estratégica de Podemos de no presentarse a las elecciones para movilizar un caudal de apoyos que les facilitó las alcaldías de A Coruña, Santiago y Ferrol. Pero ese escenario ya es pasado. Ahora llegan las generales y los de Pablo Iglesias manejan otros cálculos. Sus opciones pasan por recoger los votos que auparon a las mareas gallegas el 24 de mayo. Por eso Pablo Iglesias refrendó ayer, en una entrevista publicada en La Voz, su intención de que las mareas y las fuerzas nacionalistas y de la izquierda rupturista confluyan bajo la marca de Podemos. Pero sus potenciales aliados no pasan por el aro. Las mareas y el nacionalismo, que aspiran a sumar sus fuerzas para amplificar el golpe de efecto del 24M y obtener un grupo propio gallego en el Congreso, advierten a Iglesias que no irán a las generales como comparsas de su partido.
Marea coruñesa: «Ningún partido está en condicións de liderar»
Los alcaldes de A Coruña y Ferrol son contundentes al rebatir dos de las ideas expresadas por el líder de Podemos que más ampollas levantaron ayer en los que estarían llamados a ser sus socios gallegos para las elecciones generales. Xulio Ferreiro, regidor coruñés y portavoz de la Marea Atlántica, sostiene que ningún partido «está en condicións de liderar» las candidaturas de confluencia. Defiende que los ciudadanos deben ser los protagonistas, mientras los partidos políticos «empurran» entre bambalinas, informa Xosé V. Gago. Ferreiro no se cierra al dibujo de Iglesias de ligar a la marca Podemos el nombre de la marea gallega. Pero reitera que es necesario reconocer el «suxeito político diferente» que existe en Galicia, «chamémoslle marea ou doutro xeito». Con todo, considera que «ninguén debera impoñer condicións inasumibles». Y el de la nomenclatura se presenta como el primer gran obstáculo para encajar las piezas del intrincado mecano que pretenden armar plataformas y partidos con sensibilidades dispares.
Marea ferrolana: «Ningunha forza pode capitalizar a marea»
Jorge Suárez, alcalde de Ferrol, lo tiene claro. «Ningunha forza política, con independencia da forza de votos que poda ter, pode capitalizar a marea. Iso corresponde á cidadanía. Debe ser un proceso de abaixo cara a arriba», enfatiza. Suárez (Ferrol en Común) sitúa en las alcaldías conquistadas en Ferrol, A Coruña y Santiago la prueba de que «a unidade serve para tomar o poder». Aunque tampoco cree que las posiciones de Iglesias formen una doctrina inmutable. «Confío en que a altura de miras impere sobre os intereses partidarios», opina. Tanto Suárez como Ferreiro se reúnen hoy con Iglesias.
Anova: «Os partidos son secundarios»
Sus reflexiones tampoco han caído bien en Anova, formación en la que ayer se mostraron cautos por la entrevista que también hoy mantendrá Iglesias con Beiras en A Coruña. El coordinador de Anova, Antón Sánchez, incide en el mensaje que el propio Beiras trasladó días después del 24M, cuando apeló a que los partidos entiendan que las opciones de éxito de una marea gallega en las generales dependen de que la lideren los ciudadanos y no las cúpulas. «Seguimos apostando pola confluencia, que é necesaria, e porque o motor estea na cidadanía. Os partidos son secundarios», subraya Antón Sánchez.
BNG: «A proposta é lexítima pero nega o grupo propio galego»
En el BNG, reticentes desde el primer minuto ante el posible interés de Podemos en capitalizar la candidatura gallega, ven en el discurso de Iglesias la razón de esas reservas. Xavier Vence, que observa que la única forma de tener grupo propio será con una candidatura con personalidad jurídica, asume con ironía la «franqueza» del líder de Podemos al levantar sus cartas. «Non temos intención algunha de converter Galicia nunha despensa de votos para ningunha forza política estatal» porque «a proposta é lexítima pero nega o grupo propio galego». El nacionalismo gallego se debate entre perder peso en Madrid y el riesgo de ser colonizado.
Esquerda Unida juzga secundaria la marca, una de las grandes líneas rojas del nacionalismo
La posición más receptiva ante las tesis que Pablo Iglesias defendió corresponde a la coordinadora de Esquerda Unida. Yolanda Díaz, que estará hoy junto a Beiras en la reunión con Pablo Iglesias, encuentra «aspectos positivos» en el relato de quien hace unos días cargó contra los «viejos izquierdistas de IU». Valora Díaz que Iglesias reconozca el carácter diferencial de Galicia y que hable de la posibilidad de que tenga grupo propio en el Congreso.
¿Y la propuesta de que la marea gallega vaya integrada en Podemos? «Son cuestións menores, o importante é falar de política e situarse á altura da xente e das súas necesidades», esgrime Díaz. Los partidos tienen que entender que «debemos xogar un rol diferente e que a cidadanía debe ser o motor de arranque». Sí, pero el primer gran escollo es la marca, que denota la ambición de Podemos de liderar esa candidatura gallega. «Sería triste que non nos entenderamos por unha cuestión nominal. Non hai que chegar a maximalismos», opina.
Xoán Bascuas, secretario general de Compromiso por Galicia, defiende una plataforma de adscripción individual. «E o que di Pablo Iglesias non concorda con esa proposta», advierte Bascuas, que corrige al líder de Podemos que el sujeto del cambio es la ciudadanía y no su formación. Mario López Rico, de Cerna (escindido de Anova), abunda en que la candidatura gallega para las generales «ten que ser feita de abaixo a arriba, polos cidadáns, e a fórmula que propón Iglesias é contraditoria con isto».