La policía da por desmantelado el clan arousano de los Peques

El jefe de Udyco-Central de la Policía Nacional, Eloy Quirós, dio ayer por desmantelado el clan arousano de los Peques, liderado por Francisco Javier Fernández, hijo del histórico Peque de Vilanova de Arousa. Finaliza así la operación Santa que decomisó en tres meses a esta organización «multidrogas» seis toneladas de hachís en el sur de Andalucía, 620 de cocaína ocultos en un velero que navegaba por las Azores y 100 de marihuana cultivada y envasada en la casa de un implicado. En total, hubo 19 detenidos, 15 de ellos gallegos y 4 andaluces. Falta por capturar al cambadés Lorenzo Toledano, un jefe que no estaba en su casa cuando la policía fue a detenerlo.

Quirós cree que Galicia, y en general España, ya no es la puerta de entrada de la droga en Europa sino el «obstáculo» para pasar debido a los continuos decomisos. La presión policial obligó a la red de narcotransportistas arousanos a mudar su negocio al sur de España en septiembre del 2014. Se asentaron en la costa de Almería y los lancheros de O Salnés bajaron al puerto de Almerimar a pilotar yates y lanchas cargados con toneladas de hachís que recogían en el Estrecho. Pero la operación salió mal porque desde mayo la policía les ha decomisado 6 toneladas de hachís en tres cargamentos en aguas de Cartagena y playas de Motril, en Granada.

La última fase consistió en la descarga ayer en el muelle del Comercio de Vigo de un alijo de 600 kilos de cocaína que venía escondido en compartimentos secretos del velero Silver Back. La pequeña embarcación había partido el 18 de julio de Aguadulce, en Almería, rumbo al Caribe. En medio del océano, un barco nodriza le trasvasó 24 fardos con droga y luego el velero regresó hacia la costa de Vigo, donde la recogerían las planeadoras.

Pero el día 7, los geos asaltaron la embarcación en alta mar, al noroeste de las islas Azores, apoyados por el patrullero Atalaya, de la Armada, y con base en A Graña, en Ferrol. Los tripulantes del Silver Back, dos gallegos de 40 y 60 años, fueron detenidos y su nave fue remolcada rumbo a Vigo. Sin embargo, durante la travesía, el fuerte oleaje en el Atlántico obligó a la policía a trasvasar la carga ilegal al patrullero. Temían que el peso de la droga hiciese zozobrar el navío de 13,4 metros de eslora y se hundiese con el alijo dentro.

El problema era que la cocaína estaba escondida y repartida en huecos y compartimentos secretos del velero, por lo que los agentes desmontaron su interior en alta mar y descubrieron 600 kilos de cocaína, repartidos en 24 sacos, cada uno con decenas de tabletas de uno o dos kilos. Grabaron en vídeo todo el trasvase para que la jueza de instrucción número 1 de Vigo tuviese constancia de la incidencia.

Una vez en el puerto de Vigo, la policía hizo un segundo registro en presencia de los dos detenidos y de la secretaria judicial. Agentes del grupo de intervenciones técnicas (Goit), provistos de destornilladores y taladros, desmontaron la cocina, los camarotes, los colchones y los cajones de cubierta sobre los que estaban sentados los detenidos. Usaron escáneres para hallar huecos.

Otros 20 kilos ocultos

Pasadas dos horas, encontraron otros 20 kilos de cocaína ocultos tras un panel en un camarote de estribor del Silver Back. Además, hallaron grandes cantidades de comida que los tripulantes almacenaban para una travesía de un mes que serán donadas al Banco de Alimentos de Vigo.

La red fue descubierta por la Udyco-Drogas porque varios miembros acudieron a Vigo en septiembre del 2014 a comprar un velero para usarlo para cruzar el Atlántico. La adquisición se frustró y compraron en Aguadulce el Silver Back, que prestó servicio durante años a una escuela de buceo de Cabo de Gata. Pagaron 50.000 euros al contado.