Los drones militares ya son aptos para operar en el espacio europeo
Galicia
Defensa consiguió este objetivo después de realizar en el aeródromo de Rozas (Lugo) pruebas a sus aviones pilotados de forma remota
27 Oct 2015. Actualizado a las 05:00 h.
Durante más de un lustro, los drones del Ejército de Tierra adscritos a la unidad PASI (Plataforma Autónoma Sensorizada de Inteligencia) fueron los ojos desde el aire en muchas de las misiones que se llevaron a cabo en Afganistán. Adquiridos por Defensa en el 2008 nunca hasta el repliegue de este unidad se había planteado, ni precisado, que estas aeronaves o, más bien, Sistemas Aéreos Pilotados de forma Remota (RPAS) operasen en el ámbito del territorio nacional.
Con el final de la campaña afgana surgió esta necesidad. «No han podido volar [en España] hasta superar una serie de pruebas y lograr el certificado de aeronavegabilidad que, en el caso de España, concede el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial», reseña Beatriz Gonzalo, en el Boletín Digital Tierra.
Y la mirada de Defensa se posó en el aeródromo lucense de Rozas. Se consideró como el lugar idóneo donde llevar a cabo las pruebas que permitiesen a estos aviones no tripulados, los Searcher MK II J, actuar en el espacio europeo. Tras cuatro vuelos de corta duración donde se realizaron toda clase de comprobaciones, la tarde del 19 de septiembre, según acaba de trascender, se alcanzó el objetivo.
Hubo nervios. Las condiciones meteorológicas no habían acompañado hasta ese momento y, de hecho, provocaron que la fecha prevista para el test se fuera retrasando paulatinamente.
La situación cambió en el instante en el que dos Searcher MK II J despegaron para completar lo que, a la postre, sería su primer vuelo en relé. Se trata de un procedimiento complejo que comprende el vuelo simultáneo de ambos aviones, de tal modo que uno sirva de enlace entre el mando terrestre y la segunda aeronave. Es una operativa que los militares de la unidad PASI tuvieron que emplear en Afganistán para «extender el alcance nominal del sistema y evitar la perdida de comunicaciones tras las montañas», refiere la revista Ejército de Tierra Español.
Paralelamente, se tuvo que acondicionar Rozas para establecer los puntos que sirviesen de referencia geográfica para que los aviones fuesen pilotados de forma remota. Por el momento, y según aclara Beatriz Gonzalo, el certificado solo es válido para el espacio segregado al que está asociado, si bien obtenerlo para otras áreas será mucho más sencillo. No obstante, los Searcher podrán ser empleados en otros «aeródromos y campos de maniobras del territorio nacional, lo que permitirá realizar vuelos de instrucción y su participación en ejercicios y maniobras».
Entre estas últimas podrían encontrarse las del ejercicio Trident Juncture 2015 cuyos Live Exercises o fase real arrancaron este miércoles 21 de octubre en el campo zaragozano de San Gregorio y en las que la Brilat de Pontevedra va a tener un especial protagonismo. En este marco, no se descarta que estos aviones no tripulados sean empleados en algún momento de la primera semana del mes de noviembre.
Los «Raven», sin certificación
A diferencia de los Searcher, el otro modelo de drones que emplea el Ejército de Tierra, el Raven, no necesita de la validación del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial. Este certificado es requerido para aeronaves que superen los 25 kilos de peso. Si el Searcher ronda la media tonelada y puede volar a 23.000 pies -siete kilómetros-, el segundo pesa unos dos kilos y opera por debajo de los 400 pies, «donde no hay tráfico aéreo».