Los partidos de En Marea se reparten las cabeceras de lista

Integrantes de la coalición En Marea definen al proyecto político que van a presentar a las elecciones generales como una matrioshka, la muñeca rusa que alberga más figuras en su interior. En este caso las piezas además de ser diferentes en tamaño también lo son en diseño, estructura y espectro político. Y hacerlas encajar dentro de la coalición les está llevando mucho tiempo e infinidad de reuniones a los partidos que forman la candidatura, una fusión de parte del nacionalismo y de un sector de la izquierda.

De entrada, Marea Atlántica apoya pero no se ve todavía formando parte de la estructura de En Marea. Marea de Pontevedra optó ayer por el mismo planteamiento, pero advirtiendo además que quiere que la coalición evolucione para las autonómicas con mayor apertura hacia la sociedad «e que non funcionen con dinámica de partes nin de xeito cupular». El alcalde ferrolano, Jorge Suárez, de Ferrol en Común, se apunta a la tesis de que hay que sacar muchas conclusiones para no reproducir los mismos conflictos para las elecciones gallegas, y Encontro por unha Marea, el supuesto pegamento surgido para favorecer una unión mayor de partidos y plataformas locales en el proyecto, lanzó ayer un críptico mensaje en su cuenta oficial de Twitter diciendo que la respalda también «e participará activamente dela, pero non imos propor candidatos para as listas». Explicado de otro modo por fuentes de la candidatura: «un certo distanciamento como efecto da disconformidade con como se articularon as listas». Y atrás queda también el apoyo crítico de Espazo y los desmarques totales de Cerna y Equo.

Todo ello ha dado lugar a que partidos y plataformas que integran En Marea hayan verbalizado ya la necesidad de buscar perfiles más sociales y de menor militancia política para las autonómicas del año que viene, según atestiguan participantes en las últimas reuniones de ayer.

Reparto entre tres

Ese criterio partidario es el que determinará esta vez la posible presencia de En Marea en las Cortes, dada la dificultad que por tiempo y requisitos exigidos hay para que surjan candidaturas internas alternativas con posibilidades de éxito. Los puestos a los que la coalición atribuye mayor probabilidad de resultar elegidos en los comicios del 20D siguieron un guion puro de reparto y equilibrio de cuotas.

El elector que vote en A Coruña a En Marea le estará dando su apoyo en primer término a Podemos y a Antón Gómez Reino para que sea diputado. Ayer Europa Press confirmó que la número 2 será Yolanda Díaz, de EU. Si opta por la coalición en Pontevedra, el respaldo será recibido en primer lugar por Anova, y su candidata Alexandra Fernández. Si las papeletas reunidas llegaran a posibilitar un segundo escaño, este sería para Podemos y su aspirante Ángela Rodríguez.

Los partidos que registraron la coalición han modificado el texto del acuerdo depositado en la Junta Electoral y donde se establecían diferentes repartos de algunos de los posibles escaños durante la legislatura entre Podemos, Anova y EU, ahora esos relevos se darán solo si alguna de las tres formaciones no consigue un acta de diputado en el Congreso. Pero mientras espera turno para entrar en la cámara el representante que se pueda quedar fuera, este gozará de estatus y sueldo a efectos internos de la coalición como el de su o sus diputados.

Las percepciones que obtenga En Marea en las Cortes serán divididas en tres mitades entre los tres partidos, un modelo similar al que siguió AGE con Anova (hoy, con dos diputados ya en el grupo mixto) y EU, que también se repartieron las cabeceras de las listas de las autonómicas e incluso el orden de los logotipos en las papeletas: En A Coruña y Ourense el logo de Anova se situó por encima del de EU y los nacionalistas abrieron sendas listas, mientras que en Pontevedra y Lugo, la imagen esquerdista y sus candidatos fueron los que primaron.