El fiscal amplía a organización criminal la acusación al primogénito de los Pujol
Galicia
El investigado se presenta al juez de la Audiencia Nacional como un mago de las finanzas
12 Feb 2016. Actualizado a las 05:00 h.
Que sí, que asumió las finanzas familiares. Que no, que en ningún caso cobró comisiones ilegales por operaciones que asesoró. La declaración de Jordi Pujol Ferrusola ayer en la Audiencia Nacional, a petición propia, sirvió para apuntalar el testimonio del día anterior de su padre. El expresidente de la Generalitat, insistió, estaba «al margen» de sus negocios e inversiones, con los que logró que la herencia del abuelo Florenci pasará de 850.000 euros a más de tres millones de euros en apenas unos años. Se dibujó Jordi Pujol Ferrusola como un mago de las finanzas, capaz de hacer rentable cualquier movimiento financiero. Fue su abuelo, antes de fallecer en 1980, quien le encomendó la tarea, se entiende, de enriquecer a la familia. Veía en él capacidades para sacar el máximo rendimiento a los 180 millones de pesetas que les dejó como herencia. Eso sí, en Andorra. Los beneficios, declaró ante el juez, los repartía entre sus seis hermanos y su madre de forma «libre». Todo se quedó en palabrería, ningún papel o informe documentó su declaración de tres horas y media. Nada muy distinto a lo que ya había confesado con anterioridad en sede judicial.
Pero, a juzgar por la petición de la Fiscalía Anticorrupción, su discurso no debió resultar convincente. Belén Suárez y Fernando Bermejo solicitaron al juez José de la Mata que le impusiera medidas cautelares -la retirada del pasaporte y la prohibición de salir del territorio nacional- ante la gravedad, recalcó, de los delitos que se le imputan: por primera vez, pertenencia a organización criminal y además blanqueo continuado de capitales, fraude fiscal y falsedad documental. Mientras, su abogado defensor, Cristóbal Martell, se opuso a la solicitud y recordó que Jordi Pujol junior ya intentó, sin éxito, entregar el pasaporte en diciembre del año pasado en los juzgados de Barcelona donde entonces se instruía la causa, lo que demuestra, dijo, que no existe riego de fuga. El juez tendrá que resolver ahora esta solicitud.
Negativa
De la Mata interrogó desde las diez de la mañana a Jordi Pujol Ferrusola. El primogénito de quien fuera presidente de la Generalitat entre 1980 y el 2003 se negó a responder toda cuestión sobre los movimientos de cuentas a partir del 2007, alegando que, como especifica una comisión rogatoria, la información proporcionada por las autoridades de Andorra no puede emplearse para acusarle de delitos fiscales.
El juez investiga al matrimonio Pujol-Ferrusola y a cinco de sus siete hijos por un delito continuado de blanqueo de capitales, tras aceptar la investigación de un juzgado de Barcelona. De la Mata intenta averiguar si el conjunto de la familia ha venido «orquestando durante años una estrategia compartida y coordinada para desarrollar distintos negocios económicos, generar réditos, ocultarlos y distribuirlos entre todos de acuerdo con criterios establecidos para conseguir el lavado de los activos conseguidos».
Cuentas con su exmujer
El magistrado relata que el primogénito del clan familiar, Jordi Pujol Ferrusola, y su exmujer, Mercé Gironés, son titulares en Andorra de varias cuentas corrientes cuya existencia negaron y de las empresas Iniciatives Marketing i Inversions, Project Marketing Cat, Active Traslation e Inter Rosario Port Services, que facturaron más de 11 millones de euros, no generaron ningún valor real añadido y su «única utilización fue canalizar capitales de presunto origen criminal para realizar inversiones y gastos en España y el extranjero».
Según señala, la pareja utilizó un entramado societario bajo la cobertura de «contratos simulados y facturas falsas» y sus cuentas recibieron traspasos de dinero que en algunos casos han sido identificados con personas que desarrollan una labor empresarial entroncada con el sector público en Cataluña».
Fuentes jurídicas presentes en la declaración han señalado que el primogénito admitió al juez que asumió las finanzas familiares, pero negó el cobro de comisiones «ilegales» por algunas operaciones que asesoró. Y también trató de volver a retirar cualquier sombra de duda sobre su padre al insistir en que este se prestó a fingir que el dinero de una cuenta en Banca Reig era suyo para, así, evitar que Mercé Gironés, exmujer de Jordi Pujol hijo, se quedara con parte del mismo.