Los investigadores buscan en lugares en los que pudo estar el coche al que subió Diana Quer

Ni aleatoriamente ni para cumplir un trámite. La Guardia Civil, que el pasado viernes acudió a la zona de O Porto de Taragoña y a las instalaciones de una fábrica de madera abandonada en Beluso (Boiro) con una decena de vehículos y cuarenta agentes, fue a ambos parajes para buscar algún resto que pudiese haber dejado el coche al que supuestamente subió Diana Quer el día de su desaparición, hace hoy 21 días. El primer rastreo realizado para buscar esos restos se había producido ya en la zona de A Curota, para el que se contó con la ayuda de voluntarios. Los resultados fueron infructuosos, pero parece que se efectuarán más en función de que estos sean requeridos por la investigación, según diversas fuentes.

La elección de estos puntos para buscar pruebas que ayuden a dar con el paradero de la joven tiene que ver con que son lugares a los que suelen acudir parejas en vehículos. Además la instalación portuaria de Taragoña está cerca de la autovía do Barbanza, que tiene una salida a escasos metros.

Lo que casi se da por descartado es que se vuelvan a realizar batidas de voluntarios, ya que, según informó el alcalde de A Pobra, Xosé Lois Piñeiro, «non é previsible que se vaian a organizar máis, tal e como nos comunicou a Garda Civil».

Tres semanas

Hoy se cumplen tres semanas desde que se perdió el rastro de la joven madrileña que veraneaba en A Pobra, y hay aspectos que se dan como más que probables. El primero, que todo empezó con una ausencia voluntaria, ya que la chica acudió a casa a cambiarse de ropa y salió; que no fue vista por última vez en el paseo de O Areal sobre las 2.40, sino más tarde, de nuevo en la fiesta; que se subió a un coche, presuntamente de forma voluntaria, y que esa noche conoció a un chico que un testigo asegura que no era de A Pobra. Con estos datos, la investigación trata de hallar el vehículo, y un lugar al que pudiera haberse desplazado, tanto en la comarca como fuera de ella.