El PSdeG se agrieta en las tres ciudades que controlan En Marea y sus aliados
Galicia
La dimisión del portavoz coruñés es el último capítulo del proceso de descomposición que sufre el partido en toda la provincia
13 Jan 2017. Actualizado a las 20:09 h.
El grupo municipal del PSOE se rompió en dos mitades en Ferrol, lleva nueve meses operando en Santiago con un concejal menos -como si le sobrara alguno de los cuatro que obtuvo- y acaba de quedarse sin portavoz en A Coruña, después de que José Manuel Dapena anunciara ayer una dimisión que huele a vendetta.
Estos son solo algunos de los síntomas que ponen de manifiesto el proceso de descomposición que está sufriendo el PSOE en las tres ciudades de la provincia de A Coruña, gobernadas todas ellas por coaliciones asociadas a En Marea y Podemos. Las municipales del 2015 supusieron una auténtica estocada para el partido del puño y la rosa en Ferrol, A Coruña y Santiago, donde el empuje de las mareas los relegó a la tercera posición política, después de gobernar algunas de estas urbes de manera ininterrumpida durante décadas.
El origen de la crisis socialista en estas ciudades está no solo en los malos resultados de las locales del 2015, sino en que desde entonces está pendiente de renovar sus estructuras, recuperar la pulsión, el discurso y la unidad interna, y dotarse de nuevos liderazgos que reemplacen a quienes, a los ojos de los militantes, son la viva imagen del fracaso electoral.
Y esta es una labor que no se afrontará de inmediato, sino que llevará su tiempo. Mañana se reunirá el comité federal del PSOE para aprobar el calendario orgánico, que pasará por convocar un congreso federal para el próximo verano, tras el cual vendrá el gallego y, todavía después, los cónclaves locales. Por tanto, el relevo en el mando de las ciudades coruñesas no llegará -si llega- hasta finales de este año.
Por delante queda un tiempo de impasse, en que las diferentes familias y grupos van tomando posiciones. En Santiago fue elegida una ejecutiva local, tras el golpe promovido contra María G. Bugallo a los pocos meses de ser elegida secretaria general, pero no tiene control alguno sobre un grupo municipal integrado solo por tres concejales, porque el partido es incapaz de sustituir a la cuarta que renunció al acta. Este vacío de poder lo está aprovechando el exalcalde Sánchez Bugallo, que pese a que se jubilará en unas semanas, está preparando el terreno para aterrizar como candidato en el 2019.
En Ferrol, el partido paga el peaje del desprestigio acumulado por su secretaria local, Beatriz Sestayo, que vio cómo su grupo se rompía a la mitad al abandonar el Gobierno municipal.
Y a lo anterior se añade la situación en A Coruña, donde el portavoz del PSdeG dimitió por interpretar, como buena parte del partido, que la secretaria local, Mar Barcón, lo estaba orillando en favor de José Manuel García, al que captó en su día como número dos, levantando no pocas suspicacias en el seno del PSOE.