El absuelto por violación en A Baña: «Se vieron sin dinero y la única forma de sobrevivir era hundiéndome la vida»
Galicia
Pedro Raño, el vecino de A Baña absuelto de violar a sus tres hijas, no entiende «la maldad» de su exmujer hacia él
18 Mar 2017. Actualizado a las 08:39 h.
Pedro Raño salió este jueves de prisión tras pasar encerrado dos años y medio y echó a andar por la carretera sin esperar a los familiares que lo iban a recoger. «No podía mirar atrás, quería alejarme de aquel lugar», dijo. Este vecino de A Baña y natural de Santa Comba, condenado a 44 años por violar a sus tres hijastras y absuelto esta semana por el Supremo, reconoce que al principio fue feliz junto a su exmujer. Pero la relación, tras una década de convivencia, se fue envenenando hasta el punto de que en noviembre del 2014 le pidió el divorcio. «Al día siguiente, ella fue al cuartel para denunciarme y hundirme la vida», recuerda un hombre que «nunca» comprenderá «la maldad» que puede tener una persona «para hacer algo tan horrible».
-El Tribunal Supremo lo absuelve por falta de pruebas, pero entenderá que mucha gente siga dudando de su inocencia, pues los forenses dieron credibilidad a las víctimas en el juicio.
-Ellas son unas profesionales de la mentira, se estudiaron las declaraciones e hicieron una puesta en escena perfecta. Eso sí, en los doce años que dicen haber sufrido malos tratos y violaciones no presentaron ni una sola prueba. Ni un parte médico. Ni un testimonio de alguien que las haya visto alguna vez amoratadas. Que haya gente que no me crea... yo ya no puedo hacer nada para convencerlos. Me quedo con la cantidad de personas que sí me apoyaron desde el principio.
-Incluso recibió el apoyo de la familia de su exmujer.
-Sí. Tanto su propia madre como su hermana y el resto de la familia me creyeron a mí. Es más, me escribían a prisión y me daban ánimos. Las conocían de sobra.
-¿No le parece difícil de creer que una mujer y sus tres hijas se inventen monstruosidades semejantes para hundirle la vida?
-Hasta que me ocurrió a mí, jamás me imaginé algo parecido. Nunca entenderé la maldad que puede llegar a tener una persona para hacer algo tan horrible como lo que ella me hizo.
-¿Qué es lo que buscaban denunciándolo?
-Al día siguiente de pedirle el divorcio, me denunciaron. Se vieron sin dinero y la única forma que tenían para sobrevivir era hundiéndome la vida. Yo fui su único sustento.
«Pueden estar tranquilas, que cuanto más lejos esté de ellas mucho mejor»
Pedro Raño pudo ver ayer a su exmujer y a sus tres hijastras en televisión pidiendo justicia y mostrando sus temores de que, con él libre, irá a por ellas.
-¿Qué les diría tras escucharlas afirmar que tienen miedo estando usted en libertad?
-Que pueden estar muy tranquilas, que cuanto más lejos esté de ellas mucho mejor.
-En Canarias, en los noventa, el primer marido de su exmujer estuvo a punto de acabar en prisión como usted.
-Sí. Lo denunció por maltrato y abusos a su hija. Se demostró que era una denuncia falsa y ella salió en los periódicos de Canarias como ayer en el telediario, llorando y gritando.
-¿Como es la vida en prisión de un hombre condenado por violar a menores?
-Horrible. Al principio estuve en enfermería. Luego, ya en el módulo, escuché cómo algunos me insultaban y amenazaban, pero nunca pasaron de eso.
-¿Qué quiere hacer ahora?
-Ver a mi hija. Llevo casi tres años sin verla.