Francisco Javier Molano: «Los radares siempre los colocamos en las carreteras con riesgo de accidentes graves»

Más eficacia en la vigilancia en la carretera y mayor dinamismo en los controles. Esas son dos de las aportaciones de los nuevos radares. Facilitarán la implantación de las patrullas integrales, que pueden vigilar el alcohol, la velocidad y las drogas.

-¿Dónde se pondrán estos radares?

-Los radares se colocan siempre en tramos de riesgo, fundamentalmente en carreteras secundarias en las que se producen accidentes graves relacionados con los excesos de velocidad.

-¿Qué aportan los nuevos dispositivos?

-Estos radares suponen un paso más hacia la seguridad vial. No hay que olvidar que la velocidad es un factor concurrente en entre un 30 y un 40 % de los accidentes graves.

-¿En qué se diferencian de los radares tradicionales?

-La novedad es su pequeño tamaño, lo que los hace mucho más versátiles y fáciles de trasladar de un sitio a otro. Eso nos hace estar presentes en más tramos de carretera en menos tiempo.

-Y pueden ir incluso en las motos.

-Efectivamente. Por su pequeño tamaño pueden transportarse en nuestras motos, que también llevarán equipos de control de alcohol y drogas. El motorista se convierte en patrullero integral que puede actuar sobre dos de los grandes problemas del tráfico: la velocidad y el alcohol.