Los pinchazos en una operación de narcotráfico delatan la muerte de un gato que tomó marihuana
Galicia
12 Jun 2018. Actualizado a las 05:00 h.
Son tantas las claves que utilizan los traficantes de droga para sus operaciones que a veces quienes están pendientes de los pinchazos telefónicos se preguntan dónde empieza la realidad de las charlas. Las conversaciones interceptadas en una vigilancia policial en Ourense entre el 2014 y el 2015 se prestan a interpretaciones. El tráfico de drogas era el principal delito. Pero la primera víctima fue un gato. Hasta el juez mostró su desconcierto cuando preguntó a la supuesta líder de la red sobre un gato del que dice que «comió un cogollo» y estaba «colocado». Ella contestó que no lo pudo llevar al veterinario por miedo a que la denunciaran. Y el gato murió.