La Voz de Galicia

El interventor del tren contradice la versión del maquinista

Galicia

g.bareño madrid / la voz
Antonio Martín Marugán, durante la comparecencia de la comisión

Asegura que Garzón podía haber rechazado su llamada

12 Jul 2018. Actualizado a las 07:28 h.

La declaración de Antonio Martín Marugán, el interventor del tren Alvia accidentado en Angrois, se produjo en unos términos muy distintos a la del maquinista, tanto por el contenido de su testimonio como por la serenidad con la que la afrontó. Al contrario que Garzón, aseguró que él nunca había escuchado a ningún compañero decir antes del accidente que la curva de Angrois fuera «peligrosa». Y añadió que para él tanto el tren Alvia siniestrado como la propia línea «eran seguros». Respecto a la llamada telefónica que él mismo efectuó al maquinista, y que a la postre resultó clave para que se produjera el accidente, explicó que la realizó para hacerle una consulta técnica sobre la necesidad de efectuar una parada en la localidad de Pontedeume, en la que se iba a bajar una familia, y que se trató de una «deferencia» hacia esos pasajeros que estos ni siquiera conocían.

Aseguró que esa llamada, cuya duración cifró en aproximadamente un minuto y medio, era algo habitual en este tipo de viajes y que para realizarla utilizó un teléfono corporativo que les proporcionaba la empresa. «No teníamos cortapisas para hacer llamadas siempre que lo considerásemos oportuno», señaló Martín Marugán. Explicó que él desconocía el punto exacto del trayecto en el que se encontraban cuado llamó por teléfono a su compañero y que, por tanto, no era consciente de que estuvieran cerca de la curva en la que es necesario efectuar una drástica reducción de la velocidad.  

Defiende la seguridad del tren

«Estaría dentro de quien la recibe aceptarla o no aceptarla», explicó Martín, sobre la decisión del conductor, al que calificó como «el jefe del tren», poniendo así en duda la afirmación que poco antes había hecho el maquinista, que aseguró que estaba obligado a contestar. También estaba en manos del maquinista, según señaló, interrumpir la conversación en cualquier momento si lo consideraba necesario. Según el interventor, él podría haber sido una víctima más del accidente, argumento con el que despejó cualquier duda sobre la peligrosidad de hacer una llamada al maquinista durante el trayecto.

Tampoco se mostró de acuerdo en las descalificaciones de algunos de los portavoces sobre las deficiencias del convoy accidentado ni admitió haber escuchado nunca que se llamara el tren Frankenstein al Alvia que descarriló en Angrois por ser de doble tracción, eléctrica y diésel.

Admitió que si esa curva hubiera estado «en otra circunstancia» o se hubiera decidido instalar otro sistema de seguridad, el accidente se podría haber evitado, aunque insistió en que no puede afirmar eso a ciencia cierta, porque se trata de algo que excede sus funciones de interventor. Con ese papel, que era el que desempeñaba en el Alvia que descarriló en Angrois, a él no le tocaba atender las cuestiones técnicas o de conducción del tren, sino que su función se limitaba a la atención de los viajeros.

garzón, el 24 de julio del 2013

«Ya se lo dije al de seguridad, que era peligroso, que un día nos la íbamos a tragar, y me tocó a mí»

La reproducción del audio de la conversación que Francisco José Garzón pidió que se emitiese de forma íntegra, y cuya utilización en la comisión fue vetada por la mesa, es la siguiente, y se produjo inmediatamente después del siniestro en la curva de Angrois, el 24 de julio del 2013:

-Debe de haber heridos muchos, eh... porque esto ha volcado. Y no puedo salir de la cabina.

-Tranquilo maquinista.

-Es que la tenía en verde y me despisté y, cómo se llama, tenía que pasar a 80 y pasé a 190 o una cosa así. Es que esto ya se lo dije al de seguridad, que esto era peligroso, que un día nos íbamos a despistar y nos lo íbamos a tragar. Y me tocó a mí.

-Vale. ¿Y tú estás bien?

-¿Yo? A mí me duele la espalda, tengo la cara sangrando, y no puedo. Ay... Pero yo esto ya se lo tenía dicho al de seguridad, que eso era muy peligroso. Somos humanos y se nos puede pasar. Es que... esto es inhumano. Esta curva. Con un anuncio de precaución. Es que no puede ser, hombre, que hagan estas cosas. Que el maquinista tiene que estar, y sí, pero somos humanos. Ay, Dios mío.

comparecencia

Un familiar de una víctima pide responsabilidades a José Blanco y Ana Pastor por el accidente 

Manuel Salvador, médico que perdió a su mujer en el accidente de Angrois, exigió este miércoles que tanto el exministro de Fomento de Fomento socialista José Blanco como su sucesora en el cargo, la popular Ana Pastor, asuman «responsabilidades políticas» por la tragedia del Alvia. Reclamó «cariño, atención y que haga todo lo posible para que esto jamás vuelva a suceder» al nuevo titular de esa cartera, el socialista José Luis Ábalos.

A su juicio, el accidente se debió a «errores de funcionamiento y de trazado, errores políticos y errores humanos», y añadió que a él personalmente le «indigna» pensar que todos esos errores fueran «evitables». Por ello, reclamó a «todos los que tuvieron algo que ver, por negligencia o desinterés, que le pidan perdón» a él y a todas las víctimas del accidente. Salvador admitió, sin embargo, que el servicio que le ha prestado la Oficina de Atención a las Víctimas de Renfe ha sido «excelente». 

Renfe defiende a Pastor

Tras él compareció precisamente la directora de esa oficina, Carmen Jiménez Berrocal, que defendió la gestión que hizo la empresa pública «volcándose» desde el «minuto uno» en la atención a los afectados, y destacó que la entonces ministra de Fomento y actual presidenta del Congreso, Ana Pastor, estuvo «muy presente» y mantuvo «contacto permanente» para conocer el estado de las víctimas.

Según relató, la exministra se mostró preocupada por hacer un seguimiento del estado y el ánimo de las víctimas y dio instrucciones para que la oficina que ella dirigía contara con todo lo que necesitara.


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