Los afectados comienzan a denunciar en la policía los daños del accidente del paseo de Vigo
Galicia
Tienen un año de plazo para presentar reclamaciones, que se tramitarán ante el juzgado que lleva la investigación
15 Aug 2018. Actualizado a las 09:39 h.
La policía ha comenzado a recibir las primeras denuncias de heridos tras el desplome del paseo marítimo durante el concierto final de O Marisquiño. Las comisarías de Vigo y de Pontevedra recibieron ayer a jóvenes contusionados que se vieron atrapados en el boquete que se formó después de que se colapsara la estructura de hormigón del muelle, según confirmó un portavoz policial. Llegaron sin haberse recuperado todavía de las lesiones sufridas durante la medianoche del domingo. Uno de los jóvenes se desplazó cojeando hasta llegar a las dependencias policiales de Vigo. La mayoría esperará a recuperarse del susto para tomar medidas.
Se prevé que el goteo de perjudicados sea constante a lo largo de las próximas semanas e incluso meses. Todavía tienen tiempo. Los heridos cuentan con un año de plazo para poder presentar las reclamaciones oportunas.
Será un juez quien determine la cuantía de las indemnizaciones que recibirán si tuvieran derecho. Para ello, deberán acreditar los daños sufridos con partes médicos e informes forenses. Es la única vía que tienen para buscar justicia mientras el Concello y la Autoridad Portuaria se echan la culpa mutuamente de la responsabilidad de lo sucedido.
Ayer acudieron a reclamar personas como Manuel Chaves, cocinero de 22 años que trabaja en un restaurante de la playa de Samil. Antes de entrar en la comisaría de Vigo, aseguraba que no decidió dar este paso pensando en la indemnización que le pudiera corresponder, sino para que se depuren responsabilidades y se mejore la seguridad en la zona portuaria y el resto de los espacios públicos de la ciudad.
«Si no denunciamos todos, no se solucionarán las cosas. Todo seguirá igual, no se arreglará el resto del puerto y continuará siendo un peligro», afirma. Manuel perdió el equilibrio en el momento en el que el paseo se vino abajo por sorpresa. Recuerda que estaba tomando algo tranquilamente con sus amigos y que de repente se fueron al suelo. «Aún así, salimos bastante bien todos. La policía y las ambulancias estaban cerca, pero nos llevamos un buen susto», afirma. Reconoce que pasó unos momentos de miedo e incertidumbre y que temió por su vida. «Vi sufrir a muchas personas, menores de edad que salían sangrando. Estuve ayudando a muchas personas a salir de allí», dice.
Lesiones
Fruto de la caída y de estar atrapado, se rompió el dedo meñique de un pie y ahora no puede trabajar. Al igual que hicieron otros lesionados, formalizó una denuncia a título particular. «También denuncio porque estoy perdiendo días de trabajo y porque casi pierdo a un amigo que se quedó más abajo».
En su opinión, alguien tendrá que pagar. «Me da igual de quién sea la responsabilidad, sea el Concello o la Autoridad Portuaria, pero las cosas hay que hacerlas mejor. No puede ser que siete días antes digan que el paseo no está bien (en referencia a las denuncias del PP) y que dejen meter en un sitio así a más de 5.000 personas. Llevo años viniendo a O Marisquiño. No quiero que desaparezca, pero esto es por la seguridad de la gente», asegura.
La comisaría remitirá al juzgado todas las denuncias que se vayan presentando. Si al finalizar la investigación judicial la magistrada que lleva el caso dicta un auto de apertura de juicio oral, los denunciantes podrían terminar declarando como testigos ante un tribunal para dilucidar un presunto delito de lesiones imprudentes.