La Voz de Galicia

La avispa asiática ya coloniza toda Galicia

Galicia

maría santalla redacción / la voz

Dos investigaciones gallegas aportan nuevos avances en la batalla contra la especie. Los científicos cuestionan el trampeo masivo en la lucha contra la velutina

29 Mar 2019. Actualizado a las 22:27 h.

Francia se enfrenta desde hace catorce años a la invasión de la avispa velutina y todavía no ha conseguido hallar un método eficaz para controlar su expansión. En Galicia, el insecto invasor se expande desde hace seis años sin que nada pueda frenarlo. Hay investigaciones prometedoras a uno y otro lado de los Pirineos, pero la velutina avanza a más velocidad que los tiempos de la ciencia, así que los apicultores, impotentes ante el ataque de la avispa asiática a sus colmenas, se han lanzado a idear y probar remedios caseros para frenar su avance y proteger sus colmenas. Hasta ahora, la fórmula más utilizada es el trampeo, que se realiza sobre todo en primavera para capturar las reinas que comienzan a formar sus nidos. Un sistema que en Galicia ha sido apadrinado por la Administración. La Xunta ha elaborado un protocolo de captura de reinas en primavera, divulga en su web consejos para la confección de trampas artesanales y distribuyó en primavera trampas y cebos entre los apicultores.

Tanto la Administración como los propios apicultores y, por supuesto, los científicos, saben desde el primer momento que el trampeo no es el método ideal, y solo han confiado en él como un mal menor. Las trampas matan reinas de velutina que ya no llegarán a formar nidos, pero matan también otros insectos. Conscientes de ello, los propios apicultores aglutinados en torno a la Asociación Galega de Apicultura (AGA) se implicaron en un proyecto para tratar de dar con un atrayente específico, que sirviese para capturar velutina pero que no causase daño a otras especies. La investigadora Sandra Rojas lideró este proyecto en la Universidade de Vigo, y se hicieron combinaciones de tres trampas diferentes con tres atrayentes distintos. Pero los resultados no fueron todo lo buenos que se esperaba. Se determinaron algunas combinaciones menos nocivas que otras, pero ninguna era la panacea.

Las investigaciones continúan, pero, mientras, las reticencias de los científicos con respecto al trampeo van a más. Y el daño colateral a otros insectos ya no es la única preocupación. El Museo Nacional de Historia Natural de Francia ha recomendado evitar la captura de reinas fundadoras en primavera. El argumento es que esta época del año es la menos efectiva para hacerlo, puesto que es precisamente en esos meses cuando se produce la competencia entre hembras fundadoras y cuando hay una mayor mortalidad natural en la especie.

Los científicos gallegos recelan también del trampeo masivo. Xesús Feás, investigador de la Universidade de Santiago que participa en un estudio auspiciado por la Diputación de A Coruña, incide en que «el trampeo masivo no es efectivo y tiene terribles efectos en otros insectos». Cree que, de hacerse, «tiene que ser muy selectivo» y en primavera «debería hacerse cerca de cursos de agua». También pone el acento en que «no se puede ir a los colegios a enseñarles a los niños a hacer trampas. A los niños hay que enseñarles a respetar los insectos y, en todo caso, hay que enseñarles a reconocer los nidos y cómo actuar». 

Dos feromonas sintéticas

Xesús Feás está trabajando precisamente en la obtención de un cebo específico para la velutina. Desde los laboratorios del campus de Lugo coordina un trabajo que ha conseguido sintetizar dos feromonas de velutina. Es un gran avance, pero todavía queda el trabajo de campo, y debe ser este el que determine si la aplicación de estas feromonas que atraen a los machos de velutina pueden servir en la práctica para controlar su expansión.

Xulio Maside, investigador también de la universidad compostelana, acaba de presentar en un congreso en Gante (Bélgica) los hallazgos de una investigación sobre los parásitos de la velutina. En este caso el objetivo es descubrir un parásito que resulte patógeno para la avispa llegada de Asia y que pueda ser utilizado contra ella. Los primeros resultados desvelaron que la velutina «está xa exposta a moitos parasitos propios de Galicia. Isto non se coñecía. Se houbese algún moi patóxeno para ela xa se inocularía el mesmo». Pero lo que quieren es adelantarse y «atopar ese patóxeno» para acelerar ese proceso, explica el propio Maside, que considera que se trata de una «vía de investigación moi prometedora», pero que debe continuar. 

Más recursos

Para que eso sea posible, concuerdan ambos investigadores, hacen falta más medios, materiales y económicos. Mientras estos van llegando con cuentagotas y las investigaciones se desarrollan, los apicultores siguen aplicando los trampas primaverales, aunque confían cada vez más en nuevos métodos de defensa de las colmenas, como las arpas eléctricas: «Para os pequenos apicultores é a ferramenta máis importante que temos a día de hoxe», dice Xesús Asorey, portavoz de AGA.

La avispa asiática ya coloniza toda Galicia, donde se retiran 50 nidos al día

Cuando la velutina comenzó a propagarse por Galicia se creía que solo colonizaría las áreas más próximas al litoral. Según fue avanzando y se vio que se adentraba hacia el interior, se vaticinó que solo quedarían fuera de su radio de acción los municipios de la alta montaña. La realidad ha negado esas previsiones, y hoy la velutina ha sido detectada ya en toda Galicia, alta montaña incluida. «Galicia está totalmente colonizada, no hay limitación de espacio ni de altura», constata Xesús Feás.

«En Galicia tivo un éxito inusitado. Aparecerá en todas partes, pero o éxito que teña está por ver», opina Xulio Maside. «En Europa xa pasou os Alpes e os Apeninos, outra cousa é que se estableza aí. Nos lugares máis elevados é de esperar que a súa poboación será menor», añade. Maside acaba de presentar también en Gante los resultados de una investigación realizada en colaboración con los científicos portugueses Alice Pinto, del Instituto Politécnico de Bragança, y Joana Godinho, del Iniav. El estudio analizó la propagación de la velutina en la península ibérica y concluyó la existencia de dos poblaciones distintas de avispa asiática, una que se expandió a partir del Miño por Portugal y el sur de Galicia y otra que lo hizo desde A Mariña.

Según datos ofrecidos esta semana por la Consellería do Medio Rural, hasta el 10 de este mes se retiraron en Galicia 12.040 nidos de velutina, una media de casi medio centenar al día. Más de la mitad, 6.784, fueron retirados en la provincia de A Coruña; mientras que en Pontevedra se destruyeron o inutilizaron 3.224, en Ourense 1.053 y en Lugo 979. Los investigadores también insisten en que los nidos deben ser retirados por profesionales y alertan de las posibles consecuencias ambientales de algunas prácticas de aficionados.

Las condiciones ambientales mantuvieron los nidos a ras de suelo este verano

Las reinas de velutina despiertan en primavera y comienzan a confeccionar sus nidos primarios en lugares bajos y abrigados: muros, alpendres o incluso el suelo. Más tarde, cuando los enjambres alcanzan cierto tamaño, se trasladan a lugares más altos, habitualmente las copas de los árboles. Este año, una primavera especialmente húmeda ha provocado que el ciclo de la velutina se haya retrasado entre tres semanas y un mes. Esta circunstancia ha dado lugar a que en pleno verano hayan aparecido nidos en localizaciones bajas o a ras del suelo. Nidos primarios, pero también algunos secundarios.

En principio, los investigadores creen que este comportamiento inusual es consecuencia de esas condiciones ambientales de la primavera, pero tampoco descartan por ahora que estemos ante un nuevo cambio en el proceso de adaptación de la velutina y que esta comience a elegir localizaciones más bajas para sus nidos secundarios. Habrá que esperar, en todo caso, a lo que ocurra en los próximos años para constatarlo.

La respuesta a este interrogante tiene mucha importancia. La velutina no suele atacar a las personas si no siente que sus nidos están en peligro, pero las posibilidades de encontrar y molestar involuntariamente una de sus colonias, y por tanto de recibir su ataque, se multiplican si estas están en emplazamientos bajos. Este año tres personas murieron en Galicia como consecuencia de picaduras de avispa. En todos los casos realizaban tareas en el campo.

La primavera húmeda ha afectado también a las abejas. Aunque los apicultores dicen que los ataques de velutina a las colmenas han ido a menos este año, están recolectando la peor cosecha de miel en veinte años. Según Xesús Asorey, «un 70 ou 75 % menos que unha colleita normal».


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