Después de 21 meses, el FBI envía a la jueza de Vigo un cedé con las cuentas de Google de Ana Enjamio
Galicia
Podrían ser la clave para esclarecer la muerte por 20 puñaladas de la ingeniera de O Boqueixón de 25 años en el portal de su edificio en Vigo
02 Oct 2018. Actualizado a las 13:00 h.
Lo consiguió. Tras 21 meses de gestiones, el FBI ha enviado un cedé a la jueza de Vigo con datos de Google que podrían aclarar el asesinato a puñaladas de la joven ingeniera Ana Enjamio.
Dichas pruebas, debidamente transcritas del inglés al español, ya están siendo analizadas por los juristas de Vigo y podrían ser la clave para esclarecer la muerte por 20 puñaladas de la ingeniera de O Boqueixón de 25 años en el portal de su edificio en Vigo tras regresar a casa después de una cena de empresa de Navidad, el 17 de diciembre del 2016.
La policía federal norteamericana fue la encargada de acudir a la sede de Google en Silicon Valley y grabar los datos que el gigante tecnológico tuvo que facilitar a la jueza de Vigo. La compañía cumplía un mandato judicial del Gobierno de Estados Unidos.
La magistrada quiere acceder a la cuenta de correo, el geolocalizador GPS y otras aplicaciones que la joven almacenaba en su móvil. Ella era la única que tenía acceso por la contraseña, salvo que se la hubiese revelado a otra persona de confianza.
Su teléfono desapareció tras el crimen y jamás ha sido encontrado pero dejó una huella digital que registró los últimos movimientos de la víctima en sus cuentas privadas, tanto sus cartas como sus movimientos. Todo apunta a que, tras cometer el crimen, el asesino le arrebató el aparato y lo ocultó o destruyó para borrar todo rastro que lo incriminase. Pero no contaba con que la huella digital de Ana Enjamio podría aportar más pistas. Sobre todo ahora que el cedé del FBI ya está en manos de la jueza sustituta de Violencia sobre la Mujer de Vigo.
La petición a Google la cursó el 20 de enero del 2017 la anterior titular, Paz Filgueira, a través de una comisión rogatoria y al amparo del Tratado de Asistencia Legal Mutua con Estados Unidos. Su sustituta llevó el peso de las gestiones con la embajada española en Washington para que pidiesen un mandato a un tribunal americano. Así lo establece la ley de protección de datos norteamericana para colaborar y aportar información a los países extranjeros que lo requieren. Google se niega a filtrar datos íntimos de sus usuarios si no es por mandato judicial.
Los investigadores de Vigo comprendieron que ver la cuenta de correo que la víctima tenía abierta en Google podría revelar pistas sobre sus comunicaciones. No descartaban que hubiese charlado por correo con la persona que luego la asesinó. La idea era buscar escritos que delaten al criminal. Otra de las apps del teléfono, el geolocalizador de Google Maps, en caso de que el teléfono lo tuviese activado, podría dar pistas de las coordenadas del lugar donde está escondido el móvil. La Audiencia reconoció que la información obtenida de las operadoras de telefonía a través de los registros de cobertura de sus antenas no ha permitido ubicar los teléfonos del investigado y de la víctima más allá de las 5.45 de la madrugada, momento cercano al crimen. Ahora, el análisis de los datos de la huella digital que Enjamio dejó en las redes sociales podría hacerle justicia.
Perseverancia de la Audiencia para conseguir la información
Tras un año sin respuesta del buscador, la cuarta sección de la Audiencia de Pontevedra ordenó a la jueza que no declarase infructuosa esa gestión y enviase otra carta a Estados Unidos en la que precisase al Departamento de Justicia que dicha petición no la hacía por meras sospechas, sino porque había «indicios de delito grave y de la posible autoría del mismo». La sala se refería al único sospechoso, un compañero de trabajo con el que Enjamio tuvo una breve relación y que está en prisión provisional.
A la segunda, salió. Antes del verano, la Justicia norteamericana comunicó que había tramitado la petición de España ante Google. La jueza calculaba otros diez meses de espera, pero la pasada semana llegó la respuesta de la compañía. No ha trascendido el contenido del cedé que grabó el FBI, pero todo hace pensar que Google ha volcado los textos de su correo, así como las horas y fechas de su redacción.