El presidente de la Xunta cree que la predisposición de Hacienda sería «distinta» con otras comunidades

El presidente de la Xunta intentó ayer ser cauto y mantener el respeto institucional en torno a la petición que ha formulado al Ministerio de Hacienda, pero no se ha resistido a deslizar que la predisposición sería «probablemente distinta» si fuese otra comunidad la que estuviese pidiendo el visto bueno para disponer del superávit del 2018. En conclusión, que detrás de la dilatación que está adquiriendo este asunto -Galicia tampoco recibió un no por respuesta- hay motivaciones que tienen que ver con el color político. Feijoo se empeñó en recalcar que enviaron la misiva «con moita educación», y que espera el mismo trato del ministerio dirigido por María Jesús Montero. Pero más allá de las formalidades, necesita acción, «porque estamos en marzo, necesitamos facer licitacións, contratar... queremos xestionar as nosas competencias», resumió el titular de la Xunta, quien le otorga máxima importancia a las formas para tratar de separar esta cuestión contable del debate político: «Nós mandamos esa carta -el 27 de febrero- cando confirmamos que cumpriamos coa regra de gasto, o déficit e a débeda, non antes», aclaró tratando de responder a los que sostienen la tesis de que Galicia ha elevado su nivel reivindicativo hacia Madrid desde la salida de Rajoy. Sin embargo, recordó que la posibilidad de utilizar el superávit responde a una disposición del anterior Gobierno.

Una autorización sencilla

Lo que más sorprende al mandatario gallego son las vueltas que le está dando Hacienda a una cuestión que tiene una solución técnica sencilla: «O Goberno pode perfectamente habilitar o gasto a través dunha norma que a inmensa maioría dos partidos apoiarían. Nós non imos incorrer en déficit público, imos gastar o superávit. Outros anos podíase gastar en investimentos, e este ano pedimos un acordo da comisión de política económica e financeira, se é que non o autoriza directamente o Ministerio de Facenda. É o lóxico», manifestó Feijoo, que cree que todavía hay que «esperar con educación» a la respuesta que pueda ofrecer el Ejecutivo de Sánchez.