Ángel Gradín, actor que encarnaba a Atilano: «Creo que el ''Supermartes'' volverá»
Galicia

Se hizo famoso haciendo sonar durante más de una década una trompeta que nunca aprendió a tocar. Casi quince años después de colgar el traje de esqueleto, sueña con el regreso del programa
31 Oct 2019. Actualizado a las 05:00 h.
Corría el año 2005 cuando la trompeta de Atilano sonó por última vez en el programa Supermartes. El esqueleto más conocido de la televisión gallega daba su última nota tras trece años haciendo falcatruadas en el plató de uno de los espacios más longevos y con mejores cifras de audiencia de la TVG. Por aquel entonces, pocos sabían quién se escondía tras la máscara negra y blanca. «El personaje se hizo muy muy famoso. Yo hacía otras cosas a cara descubierta para el programa y la gente me preguntaba ‘‘Quen é Atilano? Quen é Atilano?’’ Y yo decía ‘‘Ah, pues no lo conozco ni yo, es todo un secreto, lo tienen tan guardado que no te puedo decir...», cuenta Ángel Gradín (Santiago, 1962). Él fue el encargado de enfundarse el traje desde el año 1993, tras la retirada del primer Atilano, interpretado por el músico Xosé Casal. «Xosé tuvo que dejarlo y yo estaba trabajando en producción de programas en la productora CTV donde se hacía el Supermartes. Ya había hecho de actor en alguna serie y hacía cámaras ocultas para el programa, así que me ofrecieron ser Atilano y dije ¿por qué no?».

Arrancó así su papel de esqueleto gamberro que decidía la suerte de los concursantes a golpe de trompeta. Una trompeta que Gradín nunca ha aprendido a tocar. «Casal sí sabía. Y yo estuve con gente que sabía tocarla y me enseñaron a poner la boca pero solo conseguía hacerla sonar. Es un instrumento muy difícil», justifica. Musicalmente se defiende, sin embargo, con la guitarra: «La golpeo de vez en cuando, tengo cuatro posturas para acompañar cualquier cosa, pero nada más», dice.
Tras más de una década dando vida a Atilano, la despedida de antena del programa supuso para Gradín el fin de una era. Él volvió a la producción, centrándose sobre todo en eventos musicales. Actualmente está en el paro. «Fue una decisión mía, más que nada para estar con mi madre -vive con ella cerca de Caldas de Reis- y en estos momentos no tengo ningún proyecto firme, aunque se me pasan muchas cosas por la cabeza porque soy un soñador», explica.
Mientras llega el momento de ponerlas en marcha, mata el tiempo con la caza y la pesca, dos deportes a los que es aficionado. De vez en cuando también visita a sus excompañeros del Supermartes. Mantiene contacto con Piñeiro, al que llama Pi, y cuenta que no sintió lástima al enterarse de su enfermedad sino «emoción»: «Porque sé que es fuerte, yo no podría llevarlo como él. Sé que lo veré con un nuevo proyecto».
No es el único pronóstico de futuro con el que se anima Gradín: «Creo que el Supermartes volverá», dice rotundo. ¿Y volverá él a ser Atilano? «Hombre, gordo no estoy, pero el traje fijo que ya no me sirve», dice entre risas.
Fui
Atilano, el esqueleto gamberro del programa «Supermartes»
Soy
Aficionado a la caza y la pesca, y vivo retirado en Caldas de Reis