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La marea negra afecta ya a gran parte de la costa coruñesa

Galicia

La Voz Redacción

La catástrofe ambiental y económica ya es realidad en la Costa da Morte. La mancha de fuel ha manchado una franja de 190 kilómetros

07 Nov 2022. Actualizado a las 20:38 h.

Catástrofe económica y ecológica. Sin paliativos. La marea negra del Prestige, con sus dos mil toneladas derramadas, se encontraba anoche a las puertas de A Coruña después de haber iniciado su efecto devastador a primeras horas de la mañana en la Costa da Morte, entre Fisterra y Touriñán. Poco a poco, la mancha de fuel se fue extendiendo por una línea de 190 kilómetros hasta besar Suevos (Arteixo), justo en el límite con el municipio de A Coruña. La sombra del Mar Egeo, justo ahora que se cumplen diez años del accidente, es de nuevo alargada, al igual que la del Urquiola.

Llegada de fuel a Barrañán, en ArteixoXOSE CASTRO

A su paso, el hidrocarburo dañó los bancos de percebe más importantes de Galicia y dejó tocadas notables reservas de moluscos, pulpo y rodaballo cultivado en granjas piscícolas, aunque en este último caso los alevines fueron trasladados.

Mañana, ningún marinero ni mariscador de la zona podrá reemprender su tarea.

Las barreras flotantes fueron sobrepasadas por el fuerte oleaje Pero el vertido también dejó su herida ecológica en la Costa da Morte, un espacio único propuesto para su conservación a nivel europeo a través de la Red Natura. Decenas de aves, especialmente cormoranes, alcatraces y gaviotas, fueron encontradas muertas a lo largo de la costa. Otros diez alcatraces petroleados fueron atendidos en el centro de recuperación de fauna salvaje de Oleiros. Poco se pudo hacer. Las barreras flotantes instaladas para contener el hidrocarburo fueron sobrepasadas por el fuerte oleaje en varios puntos. Entretanto, el espesor del fuel a lo largo del litoral alcanzaba los tres centímetros de espesor, especialmente en las rocas, el hábitat natural del percebe.

Ave cubierta de fuel en una playa del concello de ArteixoXOSE CASTRO

Playas

Las playas tampoco se libraron del nocivo manto negro. De Mar de Rostro y Mar de Fóra (Fisterra) a Seiruga y Barizo (Malpica); de Baldaio (Carballo) a Barrañán (Arteixo). Sólo la de Laxe, más recogida de los vientos del sur, se mantenía anoche fuera de peligro.

Mancha de fuel en BarrañánXOSE CASTRO

Los equipos de Salvamento, sin embargo, pudieron controlar, según explicó el delegado del Gobierno, los enclaves naturales de la laguna de Traba, las marismas de Baldaio y el estuario del Anllóns, y también levantaron barreras en las zonas de marisqueo.

Varios testigos y especialistas independientes explicaron, no obstante, que será muy difícil contener el daño. De hecho, la fragilidad de los muros flotantes obligó a última hora de la tarde a levantar a marchas forzadas un parapeto de piedra para proteger la marisma de Baldaio (Carballo).

Pero lo peor, si cabe, puede que esté aún por llegar. Por un lado, no todo el fuel desprendido ha llegado a la costa. Otra mancha que aún no tocó tierra, situada ayer por la tarde a entre dos y tres millas, sigue amenazante en una cantidad que también ronda las dos toneladas.

Por otro, el viento del suroeste arrastraría el vertido actual hacia el norte, con lo que llegaría a las rías de A Coruña, Betanzos, Ares y Ferrol, y puede que aún más lejos. Este factor, sin embargo, podría ser contrarrestado por el mar de fondo, que empuja en dirección contraria.

Fernández de Mesa tuvo que admitir ayer que «estamos ante un grave problema ecológico»

El aspecto positivo, al menos según la versión oficial ofrecida por el delegado del Gobierno en Galicia, Arsenio Fernández de Mesa, es la situación del petrolero Prestige, que todavía guarda en sus tanques más de setenta mil toneladas de fuel. Ayer se había estabilizado su inclinación y navegaba a 48 millas. También había dejado de escupir hidrocarburo. Fernández de Mesa tuvo que admitir ayer que «estamos ante un grave problema ecológico».

El vertido también ha movilizado, sin excepción, a todos los grupos ecologistas, que no tienen la mínima duda de que Galicia afronta ya un un auténtico desastre ecológico producido por una marea negra, y no por un simple vertido, término utilizado aún ayer por representantes de la Administración. Las oenegés denunciaron el ocultismo de la Xunta.

Barreras flotantes de dieciocho kilómetros para contener el hidrocarburo

Barreras anticontaminación en el puerto de CamariñasJOSE MANUEL CASAL

Salvamento Marítimo dispone de dieciocho kilómetros de barreras flotantes para contener la mancha de hidrocarburos. Inicialmente se contaba con 7.800 metros, pero a medida que la marea negra pasó de ser una sospecha a una realidad se sumaron refuerzos procedentes, principalmente, de los puertos del Cantábrico, de empresas privadas y de Gran Bretaña, que aportó tres mil metros.

Esta cantidad todavía podría incrementarse en las próximas horas. A lo largo de la jornada de ayer se empleó parte del dispositivo para proteger la entrada de los puertos, los bancos marisqueros y las zonas de importancia ecológica, pese a que en algunos casos fueron sobrepasadas por el oleaje.

Para el día de hoy también está previsto que se desplieguen las barreras en zonas sensibles repartidas entre las costas de A Coruña y Ferrol, adonde previsiblemente también llegará la marea negra. Anoche, pese a que el vertido estaba a las puertas de A Coruña, todavía no se había levantado el muro flotante.

El fuel derramado, según el delegado del Gobierno, está muy fragmentado y tiende a diluirse por el oleaje y la continua batida contra las rocas. Lo que parece claro es que la marea negra no procedía de una única fuente emisora.

La disolución del hidrocarburo, sin embargo, no le resta peligrosidad, puesto que, además de muy tóxico, tarda mucho tiempo en biodegradarse.

Presentación interactiva: Gladys Vázquez / María Pedreda

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