Galicia y el País Vasco, así funcionan los dos parlamentos disueltos
Galicia
En ambos territorios, la oposición censura la limitación a su labor de control al Gobierno. Feijoo compareció una vez y Urkullu, otra. En el caso gallego, también rindieron cuentas hasta seis conselleiros; y en el vasco, ninguno
29 Apr 2020. Actualizado a las 12:34 h.
El País Vasco y Galicia están viviendo una situación política excepcional desde que el pasado febrero disolvieron sus respectivos parlamentos autonómicos para celebrar unas elecciones que se han quedado sin fecha debido a la pandemia del coronavirus. El poder legislativo de ambas comunidades está paralizado: no se pueden debatir ni tramitar leyes, y los grupos de la oposición de quejan en ambos casos al tener limitadas sus capacidad de control al Gobierno.
La oposición gallega elevó este mismo martes una queja formal conjunta a la Mesa de la Diputación Permanente para reclamar que se tramiten las peticiones de comparecencia solicitadas, pues entienden que desde la mayoría que representa el PP se están boicoteando sus peticiones. Al otro lado del Cantábrico, Elkarrekin Podemos y el PP, que son oposición al Gobierno vasco -formado por el PNV y el PSE-PSOE-, acumulan ya cuatro quejas por motivos similares. En ambas comunidades, la oposición demanda que se rebasen las restricciones legales que impone el reglamento y se puedan tramitar iniciativas como si los parlamentos no estuvieran en realidad disueltos.
Y es que los procedimientos legislativos no son las únicas víctimas de esta situación. La disolución también limita los instrumentos de labor de control al Gobierno, aunque desde el poder ejecutivo han decidido suplirlo rindiendo cuentas. Pero con un resultado muy desigual. Tanto el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, como el lendakari vasco, Íñigo Urkullu, han comparecido una vez en sus respectivos parlamentos. Feijoo lo hizo el 26 de marzo y Urkullu el pasado viernes. Ambos, además, han asumido que regresarán una segunda vez en los próximos días.
La principal diferencia estriba en que ningún consejero del Gobierno vasco, ni del PNV ni del PSE-PSOE, comparecieron ante la Cámara de Vitoria para rendir cuentas, mientras que en Galicia es una medida asumida ya por seis de os once miembros del Ejecutivo. Tanto el vicepresidente Alfonso Rueda, como la conselleira de Política Social, Fabiola García; el de Sanidade, Vázquez Almuíña; y la de Educación, Carmen Pomar, pasaron ya por la tribuna de O Hórreo para dar cuentas de su gestión ante el coronavirus, y este miércoles lo están haciendo el responsable de Facenda, Valeriano Martínez, y la de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez.
A lo anterior hay que añadir un formato más novedoso, que son las reuniones de los presidentes con los líderes políticos, que se empezaron a hacer más frecuentes debido a la disolución parlamentaria. En el caso gallego, Feijoo mantuvo cinco encuentros por medios telemáticos con los líderes políticos (17 y 22 de marzo, así como 5, 19 y 26 de abril), mientras que el lendakari Urkullu solo celebró una vez una reunión de este tipo, el 2 de abril, tras decretar la suspensión de las elecciones autonómicas. Y volverá a hacerlo mañana para recuperar esa cita, posiblemente para el mes de julio.