La Voz de Galicia

Siro dona al Parlamento el relato gráfico de la historia autonómica

Galicia

Domingos sAmpedro santiago / la voz
Siro López (derecha), con el presidente del Parlamento gallego, Miguel Ángel Santalices

Entrega 1.150 caricaturas originales publicadas en La Voz

24 Jun 2020. Actualizado a las 05:00 h.

El dibujante Siro López (Ferrol, 1943) no se había planteado nunca hacer caricatura política. Y menos todavía descubrirle a los gallegos que Manuel Fraga era, en realidad, una cabeza trapezoide con hojas de laurel por la que asomaba el ronco de una gaita, que la esencia de Beiras estaba en su melena leonada o que la de Touriño se resolvía pintándole un chaqué y un gesto circunspecto. Siro quería ser humorista. Y también lo es. Pero durante más de dos décadas tuvo la oportunidad de aderezar la crónica política de las páginas de La Voz de Galicia con pinceladas cargadas de ironía y sátira. Parte de esa obra se recopila en las 1.150 caricaturas originales que este martes cedió gratuitamente al Parlamento gallego para su protección y difusión.

El presidente de la Cámara, Miguel Santalices, firmó junto al propio Siro el contrato de cesión de la obra del dibujante que engrosará los fondos artísticos del Parlamento. En esos dibujos está buena parte de la historia gráfica de la autonomía gallega: desde el expresidente Albor, y los dibujos que ilustraron su derrocamiento con una moción de censura, hasta la llegada de Feijoo a la presidencia del PP gallego para tomar el relevo de Fraga.

El ascenso a la presidencia de la Xunta y posterior caída de González Laxe, la expresividad de Geluco Guerreiro, el puro y las medallas en la pechera de Francisco Vázquez, el visto y no visto de Abel Caballero en la escena política autonómica o el relevo de Beiras por Anxo Quintana que tanto tensionó al BNG fueron otros de los personajes y momentos inmortalizados en la colección gráfica.

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Las caricaturas de Siro publicadas en La Voz acostumbraban a acompañar el principal asunto político del día. Su trazo dictaba sentencia, pero también contribuía a encumbrar alguna que otra carrera política. «Se non tes una caricatura de Siro, non es ninguén». Esta frase se la atribuyeron ayer Siro y Santalices al entonces todopoderoso Xosé Cuíña, uno de los habituales de los dibujos, que en su día confesó habérsela soltado a Manuel Abeledo cuando le vio un gesto de debilidad, pues el que fuera presidente de la Diputación de Pontevedra nunca llegó a tener el carisma político que demostró el de Lalín.

Mediante el contrato de cesión, el Parlamento asume todos los derechos de explotación de las obras originales, «incluidos os de reprodución, distribución, comunicación pública ou transformación», indica la Cámara gallega en un comunicado.

El presidente Santalices agradeció expresamente la «xenerosidade» demostrada por Siro López. «Poucas institucións, por non dicir ningunha, poden resultar máis acaídas que o Parlamento para custodiar unha colección de caricatura política que percorre algo máis de vinte anos da historia política da comunidade», resaltó el jefe del Legislativo.

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Entre los proyectos inmediatos está catalogar bien toda la obra para su difusión. En esas carpetas se guardará por siempre el genio de un Siro que, con 11 años, pintaba señoras en cueros para regalárselas a los amigos, está un pedazo de La Voz y también una parte de la historia de Galicia.


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