La Voz de Galicia

«Coller unha praza é imposible, o obxectivo é entrar nas listas»

Galicia

i. c. santiago / la voz

Concluyó el primer bloque de oposiciones de la Administración autonómica, con un total de 46.700 aspirantes a 2.075 puestos

04 Jul 2021. Actualizado a las 19:58 h.

«Das sesenta preguntas, houbo unhas dez moi puntillosas, as outras foron máis doadas». Vanessa Gómez, de Carral, sale del recinto ferial compostelano de Amio con el convencimiento de haber realizado un buen examen, pero con la certeza de que conseguir una de las 208 plazas de personal subalterno es una meta inalcanzable: «Coller unha praza é imposible, o meu obxectivo é entrar nas listas».

Aun así, la meta no es sencilla, porque para eso tiene que conseguir uno de los aproximadamente ochocientos mejores puestos, excluidos los que dan acceso directo a una de las plazas convocadas, y estaban inscritas para esta oposición de la agrupación profesional de ordenanzas y personal subalterno de la Administración autonómica unas 14.400 personas entre las tres sedes de Santiago, Silleda y Lugo. No obstante, hubo un elevado porcentaje de ausencias.

Isabel González, vecina de Culleredo, suscribe las palabras de su compañera sobre la imposibilidad de lograr una plaza por vía directa y su aspiración de conseguir el premio de consolación de «entrar en la Administración para avanzar por promoción interna». Ella, como Vanessa, se dedicó plenamente a preparar la oposición desde hace un año, aunque sin acudir a una academia. Isabel carga las tintas sobre la dificultad que, a su juicio, tuvo el examen. «Fue como si pidieran una licenciatura», se queja.

A estas opositoras se les hizo larga la espera hasta que se concretó la realización de la prueba. «Ten en conta que a convocatoria é do 2019», explica Vanessa, a quien no le extraña el elevado porcentaje de ausencias en la oposición celebrada ayer: «Non podes esperar tres anos a que che fagan un exame, moitos abandonarían, outros atoparían traballo ou prepararían outra oposición».

Diego González, vigués residente en Santiago, se muestra tranquilo al salir entre los últimos al término de la sesión matinal de la oposición. Bombero forestal, es personal laboral de la Administración autonómica y quiere mejorar con un puesto de trabajo consolidado. Si no lo consigue con una plaza de subalterno —cree que el examen fue bastante fácil— no renunciará. «Pienso seguir presentándome», afirma.

Nuevo intento

También con experiencia como opositora, Maika Gallardo, de Boiro, intentó conseguir ayer lo que estuvo a punto de lograr en el 2012 en la convocatoria de auxiliares administrativos. «En aquella ocasión aprobé pero no conseguí plaza, y estuve en interinaje, pero la bolsa no se movió», explica. Maika trabaja en un supermercado y apenas ha podido compatibilizar su empleo con la preparación de la oposición, que requiere «mucho tiempo». Ella cree que ayer lo pusieron difícil porque había muchas personas inscritas. «Este de subalternos era, casi, casi, un C-2», afirma resignada antes de salir apurada al encuentro de su familia, que la esperaba en el aparcamiento del recinto ferial.

Ayer estaban convocados en Amio casi 1.400 inscritos en la oposición, divididos en dos grupos de mañana y tarde, y estos en tres citaciones diferentes para acceder a la nave preparada para la prueba sin aglomeraciones, en cumplimiento de un estricto protocolo de prevención del covid avalado por las autoridades sanitarias. Una vez en sus puestos en las largas filas de mesas perfectamente alineadas, esperaron a que estuvieran preparados sus compañeros de Silleda —el recinto ferial dezano tenía la convocatoria más numerosa— y Lugo para empezar simultáneamente, ni un minuto antes ni un minuto después. A partir de ese momento, dos horas cronometradas para responder el cuestionario. Por la tarde, obviamente con un examen distinto, el segundo y último turno de opositores.

Después de trece años sin exámenes —plazo que se prolongó más de lo previsto por la pandemia—, la oposición de ordenanzas y personal subalterno fue la más numerosa por inscritos del primer bloque de convocatorias que se cerró ayer: 46.700 en total para 2.075 plazas. El director xeral de Función Pública, José María Barreiro, que supervisó las pruebas desde Amio, destacó que por primera vez se han realizado simultáneamente en sedes diferentes, así como el amplio operativo de seguridad desplegado.


Comentar