La Fiscalía pide el internamiento de los dos menores detenidos por la agresión a Samuel

La Fiscalía ha pedido a la jueza de guardia el internamiento en un centro especial de los dos menores detenidos en las últimas horas por el crimen de Samuel. Uno de ellos tiene antecedentes policiales. Es la última novedad en torno a la agresión mortal del pasado fin de semana. Mientras, la jueza ordenó este viernes el encarcelamiento de tres de los cuatro detenidos por el crimen de Samuel Luiz que pasaron este viernes a disposición judicial. La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de A Coruña ha acordado prisión para los tres hombres detenidos como sospechosos y libertad con la obligación de comparecer en el juzgado para la mujer. La Fiscalía no había pedido para ella el ingreso en prisión. 

Los cuatro están investigados por un delito de homicidio o asesinato, aún está pendiente de definir en el transcurso de la instrucción. La jueza entiende que hay riesgo de fuga y posibilidad de alteración o destrucción de pruebas. Ninguno de los investigados se acogió esta mañana a su derecho a no declarar. 

Estos primeros cuatro arrestados llegaron en tres coches policiales a los juzgados de la calle Monforte sobre las diez de la mañana para prestar declaración frente a la jueza del Juzgado de Instrucción número 1, hoy en funciones de guardia. Lo hicieron con la cabeza tapada para no ser identificados y ante una gran presencia de medios de comunicación. 

Sobre los dos menores detenidos en las últimas horas se sabe que son amigos entre ellos, pertenecen al mismo grupo de los cuatro arrestados anteriores y uno de ellos tiene antecedentes policiales. No se descarta que haya más menores involucrados en la paliza y muerte de Samuel, que podría ser detenidos en las próximas horas. 

Las primeras tres detenciones se realizaron el martes. Los detenidos son el joven que le reprochó a Samuel y a Lina que estuvieron tomando imágenes con el móvil y quien después le dijo «o paras de grabar o te mato, maricón», otro joven que presuntamente le habría propinado el segundo golpe a Samuel y una chica que azuzó al resto de los agresores a dar la paliza mortal. El cuarto arresto tuvo lugar el miércoles y se corresponde con el de otro agresor que además se habría quedado con el móvil de la víctima. Todos son jóvenes de entre 20 y 25 años a los que se le acusa de homicidio y al último también se le imputa apropiación indebida. 

En el caso de los tres primeros, la policía los mantuvo en los calabozos hasta donde la ley les permite, 72 horas. Y a pesar de negarse a contestar a las preguntas de los investigadores, sí manifestaron que aquella noche en la que Samuel recibió una brutal paliza que acabó con su vida estaban ebrios. Ninguno de estos detenidos tenía antecedentes, hecho que complicó la investigación y su identificación. Fue clave el testimonio de una persona que presenció la paliza y pudo poner nombre a uno de los agresores. A partir de ahí, utilizando las redes sociales y con pinchazos telefónicos se llegó al resto de detenidos.

El abogado José Ramón Sierra asegura que su cliente no conocía a los otros tres

José Ramón Sierra, abogado de uno de los detenidos, manifestó a las puertas de los juzgados que su cliente es inocente y que no conocía a los otros tres arrestados. «Mi cliente está acusado injustamente, sin ninguna grabación que pueda vincularlo, solo con testificales», aseguró. Minutos después, ya a la salida de sede judicial precisó que su defendido es el último de los arrestados, al que se le imputa el delito de homicidio y el de apropiación indebida por haberse quedado con el móvil de la víctima. Explicó que el joven, de 18 años, «acudió voluntariamente a dependencias policiales como testigo» y aseguró que «nunca se acogió a su derecho a no declarar. Los inocentes declaran siempre» por lo que «se encuentra mal». Otro de los abogados, Luis Salgado, solo recordó que la causa está bajo secreto de sumario y optó por «no avanzar nada».

Los letrados fueron increpados por algunos vecinos que se desplazaron hasta dependencias judiciales a su salida.