Un fallo judicial propicia un cambio de dueño en la AP-9
Galicia
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid dictamina que la mayoría accionarial de la empresa matriz es nula y acerca a Globalvia a liderar las cuatro autopistas de Galicia
17 Dec 2021. Actualizado a las 18:28 h.
La intensa guerra que se libra por el control accionarial de Itínere, la empresa matriz de Audasa, se mantiene abierta en la vía judicial tras tres años de litigios cruzados. Pero un fallo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid acaba de propiciar que se produzca un cambio en el control de la firma que gestiona seis autopistas españolas, incluida la gallega AP-9 y las autonómicas A Coruña-Carballo y Vigo-Baiona. El tribunal madrileño rechaza la petición de Corsair Capital -el fondo de inversión americano que hasta ahora mantiene la mayoría accionarial de Itínere- de anular los dos laudos arbitrales que habían puesto en duda la legalidad de la operación que le dio la mayoría en Itínere a cuenta de la compra del 15,5 % del capital que controlaba la constructora Sacyr.
Fuentes del procedimiento judicial que se mantiene abierto desde el 2018, remarcan que tras la ratificación de los citados laudos, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid establece que la mayoría accionarial de Corsair en Itínere es nula de pleno derecho y allana el camino a Globalvía, hasta ahora segundo accionista, para convertirse en nuevo propietario mayoritario de la concesión de la AP-9 y de las del resto del grupo.
El conflicto legal surge a causa de los derechos que las dos empresas adujeron para hacerse con los títulos que poseían los anteriores accionistas de la firma matriz de Audasa. Globalvia había llegado a un acuerdo de compra múltiple de las acciones de Abanca (23,81 %), Kutxabank (16,30) y Sacyr (15,5), pero solo las dos primeras le vendieron sus partes por 309,5 millones en el primer caso y 211,9 en el segundo. La constructora española acabó vendiendo en cambio su paquete a través de Corsair al fondo de inversiones holandés APG, aduciendo la marca norteamericana un derecho de tanteo preferente para igualar la oferta de su adversario. No lo hizo sobre el total de las acciones en liza, sino solo sobre las de Sacyr y se sirvió el conflicto que ahora acaba de resolverse, pero solo en parte.
Aunque Globalvia se queda en disposición de hacerse con el 55,5 % de las acciones de Itínere, todo dependerá de dos pleitos que se dirimen en Madrid y Bilbao. En el primero se dictaminará finalmente quién tiene derecho sobre las acciones de Sacyr. Y el segundo y más complejo, se libra sobre el dominio del grupo en el que se integra a su vez Itinere, la sociedad Arecibo, controlada por un instrumento legal en manos de Corsair en el que Globalvia también reclama su control.