Esta es la factura extra provocada en 22 meses de covid en Galicia: 1.515 millones
Galicia
El refuerzo de la política de personal y las nuevas contrataciones supusieron un sobrecoste de 400 millones
17 Feb 2022. Actualizado a las 19:51 h.
Más gasto sanitario, nuevas contrataciones en ámbitos como la educación o los servicios sociales, y medidas de auxilio a los sectores damnificados, como la hostelería. Estas son las principales líneas de gasto adicional que tuvo que asumir la Xunta para hacerle frente al covid-19 y que en gran medida fueron compensadas con transferencias extraordinarias de la Administración del Estado. En los 22 meses que transcurrieron desde la declaración de la emergencia sanitaria, en marzo del 2020, y el cierre del ejercicio del 2021, la pandemia generó una factura adicional de 1.515 millones de euros.
El Consello de la Xunta analizó en su reunión de este jueves un informe de la Consellería de Facenda sobre el gasto extraordinario generado en el año 2021 debido al efecto covid. Solo en ese ejercicio, la Administración autonómica tuvo que desembolsar 901,7 millones de euros a mayores para atender las nuevas necesidades generadas en el ámbito sanitario (con 350 millones más), en el sistema educativo (160 millones), en medidas de apoyo al empleo (119 millones) y en el campo de los servicios sociales (83 millones).
En el 2021 la Xunta invirtió en los sobrecostes del covid 300 millones más que en el 2020, aunque teniendo en cuenta que el primer ejercicio contó con dos meses meses, pues en enero y febrero no se había declarado todavía la emergencia sanitaria y el estado de alarma.
La hacienda gallega compensó el coste adicional del covid con transferencias extraordinarias del Estado, aunque estas no cubrieron el desembolso en su totalidad, y la Xunta tuvo que habilitar 170 millones más, 90 en el 2020 y 80 millones más en el 2021.
Por tipología de gasto, el grueso del desembolso adicional fue para fortalecer los gastos corrientes, con 1.184 del total de los 1.515 millones de los últimos 22 meses. Y el destino principal de esos recursos fue reforzar el personal con nuevas contrataciones, con un sobrecoste de 400 millones, con el fin de cubrir bajas y atender las nuevas necesidades.