La Voz de Galicia

Paula Prado, la nueva número 2 del PPdeG, una portavoz implacable que sobrevivió a la Pokémon

Galicia

X.G. Santiago / La Voz
Paula Prado, en el Parlamento gallego

La diputada compostelana comparte con su predecesor, Miguel Tellado, la habilidad para confrontar con la oposición

21 May 2022. Actualizado a las 18:36 h.

Paula Prado del Rio (Santiago, 1971) «ten experiencia, coñece perfectamente o partido, leva moitos anos de parlamentaria e en Administracións das que o partido forma parte (...) O vai facer ben», dijo este jueves Alfonso Rueda sobre la futura secretaria general del PPdeG, la próxima número 2 del partido que será nombrada este fin de semana en el congreso de Pontevedra. Será la primera mujer en llegar a ese puesto en el PPdeG

La carrera política de Paula Prado se desarrolló tras la estela de Alberto Núñez Feijoo -entró en el Parlamento cuando él ganó su primera mayoría absoluta- y del propio Rueda, que la tiene en su círculo de confianza.

Prado es abogada especialista en Derecho Civil y de Familia. Se licenció y doctoró en la USC, donde también completó un máster en Igualdad de Oportunidades, Género y Educación Social. Está casada y tiene dos hijos. Su trayectoria en el PPdeG es ya larga. Se inició en Nuevas Generaciones y se bregó en las cruentas luchas internas del PP compostelano, en el que milita, pero también conoce las agrupaciones y el grupo parlamentario, donde sirve como viceportavoz.

Su predecesor en la secretaría general del PPdeG, Miguel Tellado, ha sido uno de sus valedores. Como él, Prado no hace prisioneros cuando se pone detrás del atril o del teclado para defender al PPdeG. Es vehemente y tiene habilidad para sacar de quicio a sus oponentes. Una anécdota lo ilustra: la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, la bloqueó en Twitter. Tellado, durante años, puso esa habilidad al servicio de Alberto Núñez Feijoo, ejerciendo de azote contra la oposición mientras el presidente adoptaba una posición más institucional. Ese tándem podría repetirse ahora con Rueda y su nueva secretaria general.

Prado también ejerce ese «carácter implacable» de puertas para adentro. Lo saben en el Parlamento, donde a veces, a quien dice que acaba de hablar con ella, se le interroga medio en broma con un «¿y a quién ha matado hoy?».

Un veterano parlamentario la describe como una «purasangre» del partido que destaca por su «capacidad de pelear y de trabajar», virtudes que llamaron la atención de sus compañeros cuando entró en O Hórreo en el 2009. Desde entonces ha sido fija en las alineaciones del PP de Galicia, que la ha situado una y otra vez en los primeros puestos de sus candidaturas por la provincia de A Coruña.

Antes que política, Prado fue abogada del Centro de Información a la Mujer en Melide y otros concellos. Dio el salto a la gestión pública en Santiago, donde fue elegida concejala en el 2007. Llegó a ser portavoz del grupo municipal y de la junta de gobierno. Sonaba para futura candidata a la alcaldía. Su llegada al Parlamento la reforzó. En el 2012, el alcalde popular Gerardo Conde Roa dimitió a raíz de una investigación judicial, pero se opuso a que Prado quedase al frente del consistorio. Al año siguiente fue nombrada portavoz del PPdeG.

En ese mismo 2013 su carrera estuvo a punto de truncarse para siempre por la operación Pokémon. La jueza Pilar de Lara la llamó a declarar como testigo, pero luego le atribuyó cuatro delitos y se filtraron conversaciones grabadas durante la instrucción. En una de esas charlas, ocurrida antes de que fuese citada, comentaba las primeras detenciones relacionadas con el caso con un amigo y decía que «los regalos que hace Vendex tú ya los sabes: sin hacer nada hace un regalo de la hostia», por lo que se preguntaba qué clase de obsequios harían los supuestos corruptores cuando sí hubiese contratos de por medio. La frase fue simplificada y publicada como «Vendex hace unos regalos de la hostia», y así descontextualizada fue repetida una y otra vez.

Las ácidas respuestas que había dado durante años a la oposición jugaron entonces en su contra, y se sucedieron las exigencias para que dimitiese. Prado renunció al cargo de portavoz para no dañar a su partido, pero siguió como parlamentaria e insistió en que era inocente.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia le dio la razón después de tres años de espera. De Lara nunca sustanció que hubiese cometido delito alguno, y el TSXG archivó la causa al no ver indicios. Su caso es similar al de otras figuras de la política gallega, entre ellas el exalcalde de Lugo, el socialista Xosé López Orozco, que fueron exoneradas tras una actuación judicial que les pasó una severa factura personal y profesional.

Muchos perdieron su carrera política, Prado sobrevivió, aunque ha mantenido un perfil mucho más bajo que antes del 2013. Ahora, como número dos del PPdeG al lado de Alfonso Rueda, tiene una oportunidad para relanzarse.


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