Los documentos secretos que Franco guardaba en el pazo de Meirás

«No es un chalé de veraneo adonde se acude unos días de vacaciones, sin mayor trascendencia». Esta frase del auto de la Audiencia de A Coruña sobre el pazo de Meirás cobra especial protagonismo después de la demanda presentada por la Abogacía del Estado que revela la existencia de numerosos documentos históricos, algunos de ellos informes confidenciales dirigidos al entonces jefe del Estado. Esa documentación muestra que Meirás fue el centro del poder del Estado como residencia oficial de verano de Franco, y hasta esta parroquia del municipio de Sada llegaban memorias, proyectos, presupuestos e informes confidenciales procedentes de todos los ministerios.

La demanda del Estado contra los nietos de Franco por la propiedad de 564 bienes del pazo se divide en tres bloques. Uno para bienes que pertenecen al patrimonio nacional, otro para los que son de patrimonio histórico español y el más numeroso, con 409 identificaciones, que corresponde al patrimonio documental. Y es en este último bloque donde aparecen todo tipo de escritos que se relacionan en los inventarios sobre los bienes del pazo. Esos documentos se guardaban en el despacho de Franco, en su biblioteca, en la torre Quimera y en el edificio de la antigua granja de las caballerizas. Hay de todo, álbumes de fotos de la vida de Franco y de su familia, su árbol genealógico, memorias económicas, proyectos y peticiones de personajes destacados de la época dirigidos al jefe del Estado. Y hasta dos nóminas del propio Franco correspondientes al año 1964.

Tercera república

En Meirás se guardan documentos sorprendentes, como el Proyecto Cáncer, un informe reservado del año 1963 que contiene información confidencial sobre un supuesto movimiento para instaurar la tercera república desde Argel y Canarias, «canalizando recursos desde México y países del telón de acero». Ese informe se completa con mapas, recortes de prensa y detalles sobre personas. Algunos de esos documentos del Proyecto Cáncer están dañados por el incendio que destruyó parte del pazo en el año 1978.

También hay un informe con las pruebas del cohete INTA S-9, elaborado en el año 1968 por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, y una memoria de 1948 remitida por los fiscales militar y togado del Consejo Supremo de la Junta Militar a los ministros de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, así como el cuadro de honor de «excautivos de las hordas marxistas de Basauri». Entre la documentación conservada en Meirás también hay memorias de las actividades de las falanges juveniles de 1944 e informes sobre «su extensión al medio rural español».

El estadio del Real Madrid

La demanda del Estado también revela la existencia de numerosos tomos con firmas de adhesión a Franco desde distintos organismos, como por el ejemplo el Ayuntamiento de Barcelona, y de exmilitares y de falangistas. En el pazo se guardan aspectos de la vida social, como el programa de actos de la visita de Eva Perón a España o cartas personales, como la «reservadísima» del obispo de Burgos para crear una facultad de teología en el País Vasco. Hay documentos curiosos, como la certificación de carta genealógica de una vaca rubia gallega con los índices de crecimiento y desarrollo, estudios sobre la producción de fruta y de carne en la provincia de A Coruña en 1965 y el proyecto de reforma del nuevo estadio del Real Madrid, aunque este no tiene fecha.

Una refinería para Vigo

Franco también guardaba en Meirás los proyectos de instalación eléctrica (de 1958) y de calefacción central en el pazo, y mandamientos de pago para obras y mantenimiento de la residencia de verano por parte de la Casa Civil del Estado. Además, se conservan proyectos de reforma de Renfe, de 1959, un anteproyecto para instalar una refinería de petróleo en el puerto de Vigo (1959) y estudios e informes sobre las carreteras, sobre la posible adhesión de España al Mercado Común o las propuestas para modificar el Azor, el barco que después utilizaría Franco, y el plan de ordenación urbana de Melilla.

Más de diez mil libros

La demanda del Estado también reclama la propiedad de más de cien muebles, adornos y objetos que se encuentran en los despachos, salones, en la capilla y en otras dependencias del pazo, entre ellos los trofeos de caza de Franco, reclinatorios, tallas en madera, cuadros, estatuas, sillas, sofás, mesas, vitrinas, bancos, lámparas, alfombras y más de diez mil libros de las bibliotecas del pazo. No se incluyen en la demanda los libros de Pardo Bazán, ni las estatuas del maestro Mateo, ni los bienes que ya fueron adscritos al pazo en la última sentencia sobre su destino.

La Xunta se enteró por la prensa

El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, celebró ayer en nombre de la Xunta «o paso dado polo Goberno do Estado ao reclamar a propiedade de determinados bens de Meirás vinculados á figura Emilia Pardo Bazán e a Franco en calidade de xefe do Estado durante a ditadura». Rodríguez dijo que se enteró de la demanda por los medios de comunicación, pero espera «manter a unidade de acción co Goberno central».