Poseidón, el narcosubmarino de la ría de Arousa, ya está reflotado y está vacío

Efectivos de Guardia Civil y Vigilancia Aduanera han retomado a primera hora de este martes las tareas para intentar reflotar el narcosubmarino hundido a una milla del puerto de Vilaxoán (Vilagarcía), en la ría de Arousa. Es el segundo de este tipo que se intercepta en aguas de Europa, en ambos casos en Galicia, aunque se tiene constancia de un tránsito regular de este tipo de embarcaciones entre América y la costa gallega.

A la una de la tarde se ha conseguido reflotar la nave y ponerla en horizontal. Lo siguiente ha sido entrar dentro para comprobar si había droga: y no hay rastro de cocaína en el interior del narcosubmarino. El dato se ha facilitado a las 13.10 horas. A partir de ahí ha puesto rumbo a un astillero de A Illa, adonde ha llegado sobre las cuatro y media. El traslado se ha demorado ligeramente porque se ha roto uno de los cables que lo trasladan. Los narcos le habían puesto incluso nombre a la embarcación: Poseidón. Es el dios de los mares según la mitología griega. El nombre se ha podido ver al levantar la embarcación.

Cerca de las nueve de la mañana habían comenzado a operar efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), Servicio Marítimo, un helicóptero y varias patrullas de la Guardia Civil. También estaba en la zona el remolcador Insuíña Rande, con base en el puerto de O Grove y que ya participó en el operativo para recuperar el narcosubmarino de la ría de Aldán en noviembre de 2019. Aquel cargaba unos 3.000 kilogramos de cocaína, en este se cree que podrían transportarse hasta 5.000.

El sumergible tenía la escotilla cerrada, algo poco comprensible si el objetivo de los narcos era hundirlo. Este narcosubmarino está vinculado con el hallazgo de dos grandes planeadoras hace dos semanas en la zona norte de la ría, en Barbanza.

La subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, señaló que a mediodía ya se había insuflado aire en el interior de la embarcación, para intentar reflotarla. Los investigadores estiman que puede llegar a medir 20 metros, porque tenía unos dos metros hundidos en el fango, y eso hizo que los primeros cálculos fueran inferiores. En ese lecho marino se encontraba también enganchada la hélice, lo que dificultó las tareas para ponerlo en posición horizontal; en la superficie quedaba visible la proa del artefacto.

Fue un marinero quien, en la mañana del lunes, dio la voz de alarma sobre la presencia del aparato en la ría. El hombre se encontraba faenando cuando divisó un objeto extraño que sobresalía de la superficie del mar. Al aproximarse, observó que se trataba de una pequeña parte de una embarcación, posiblemente el extremo de la proa, el resto de cuya estructura permanecía bajo el agua, por lo que dio aviso a las autoridades.