La Voz de Galicia

El día después de Francisco Conde y Rosa Quintana después de catorce años en la Xunta

Galicia

Manuel Varela Santiago / La Voz
Rosa Quintana y Francisco Conde, el jueves durante su despedida de la Xunta.

La ya exconselleira de Mar llevó ayer cafés al que era su gabinete: «É un día raro, pero hai costumes que non se perden». El exvicepresidente se centra ya en la carrera hacia las generales. «Cheguei dende fóra, e Galicia deumo todo dende o punto de vista político», recuerda

17 Jun 2023. Actualizado a las 04:47 h.

Temprano por la mañana, Rosa Quintana desayunó ayer en casa leyendo el dosier de prensa de la Consellería do Mar. Es la rutina con la que arrancó sus días los últimos catorce años. «É un día raro, pero hai costumes que non se perden», reconoce al teléfono la que hasta el miércoles era la conselleira con mayor antigüedad de la Xunta. Salió de su casa en Brión, donde arropó al candidato popular el 28M cerrando la lista, y puso rumbo a San Caetano para llevarle unos cafés a su gabinete, de los que ya se había despedido el día anterior. «Pero...», se pausa, emocionada, Quintana. Aún le queda alguna lágrima por echar y cientos de personas de las que despedirse. «É que son catorce anos de conselleira, pero máis de trinta na consellería», avisa.

Sobre la misma hora, Francisco Conde posaba sonriente en la plaza del Obradoiro junto a los cabezas de cartel del PP en las cuatro provincias para el Congreso y el Senado. Se quitó el traje de vicepresidente y la circunspección que lo acompañaba en los actos e intervenciones públicas. Conde ayer era Paco, un tipo muy ilusionado con lo que tiene por delante. También lo está Rosa, de la misma forma que el ya exconselleiro repasa, con una mueca cariñosa, a los miembros de su gabinete, los directores xerais y los catorce años de carrera en la Xunta, los once últimos como titular de Economía. «Vou quedar como un insensible!», le reprochó en broma Conde a Quintana el miércoles en los pasillos del Parlamento, después de que esta se despidiese secando una lágrima justo antes de que le tocase a él responder a los micrófonos de los periodistas. Son dos caras de una misma moneda.

Quintana continuará repartiendo adioses estos días. El lunes tiene agendado hacerlo con la Dirección Xeral de Desenvolvemento Pesqueiro y con los gardacostas. Reconoce que no llegará a todos, o no al menos como le gustaría, pero piensa ya en las elecciones generales del mes que viene.

La número dos del PP por la provincia de Ourense, donde nacieron sus padres —ella lo hizo en Venezuela—, participa en la redacción del programa electoral de los populares. Agradece la importancia que le presta Alberto Núñez Feijoo a la pesca en ese proyecto. Respondió a la llamada del presidente para dejar Galicia y poner rumbo a Madrid. «Por lealdade», dicen que respondió a su círculo más próximo sobre esta decisión. Tanto ella como Conde son prudentes con lo que viene en el futuro, y ambos recuerdan que hay antes un proceso electoral que determinará lo que ocurra con sus carreras, las generales del 23 de julio.

Distintas fuentes ven en Quintana —voz autorizada en Bruselas y acompañante allí del ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, para defender al sector— un peso importante en esta cartera en caso de que Alberto Núñez Feijoo llegue a la Moncloa. Ella, en cambio, responde que el Congreso «é importante», y que es en el legislativo de donde parten todas las iniciativas que contribuyen a cambiar el país. Ya se verá.

De Francisco Conde se esperan también altas cotas en un hipotético Ejecutivo del PP. Asegura no pensar en ello. «Ningún estamos agora con iso en mente», ataja el exconselleiro, que echa la vista atrás al 2009, cuando dejó su puesto de responsabilidad en la Universidad CEU San Pablo, en Madrid, para convertirse en un advenedizo en la política. Recuerda la crisis económica, la gestión de la pandemia y la marcha de Feijoo hace poco más de un año. Entonces, no se fue con él a Madrid y aquello, apuntan fuentes del Gobierno gallego, facilitó el relevo de Alfonso Rueda, a quien Conde ve imponiendo un «selo propio» tras la reestructuración de su Ejecutivo esta semana. Catorce años después de volver a Galicia, se va ahora como uno de los primeros espadas de las listas del PP a las generales, renovadas en un 75 % y con personas de máxima confianza del expresidente gallego. «Cheguei dende fóra, e Galicia deumo todo dende o punto de vista político», recuerda.

Ahora solo el diputado Conde

El exvicepresidente mantiene aún su acta de diputado en O Hórreo —solo Rueda y el vicepresidente Diego Calvo tienen escaño—, y ayer al mediodía ponía rumbo al Parlamento para reunirse con el portavoz popular, Pedro Puy, otra figura de enorme relevancia en el PP gallego que también se irá en mes y medio, al ir en la lista por Pontevedra. Solo queda un pleno por celebrarse en la Cámara gallega, con Conde ya iniciando su gira de candidato por Lugo. Y, aun así, desde ayer trabaja ya en sus nuevas tareas parlamentarias. Aunque sea solo por un día.


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