La Voz de Galicia

La costumbre de apilar piedras aumenta la erosión en As Catedrais

Galicia

jorge casanova redacción / la voz

Desenterrar los cantos los convierte en proyectiles contra los acantilados

01 Aug 2023. Actualizado a las 13:08 h.

«En playas como la de As Catedrais, los cantos no se encuentran fácilmente; están debajo de la arena. Si se desentierran y se ponen sobre la playa, cuando sube la marea y baten las olas, esas piedras se convierten en proyectiles que se estrellan contra las formaciones rocosas acelerando su erosión». Lo explica el catedrático de Geología de la UDC Juan Ramón Vidal Romaní, concienciado frente a la práctica no permitida de apilar en equilibrio piedras en las playas y que este fin de semana volvió a cobrar actualidad tras aparecer con profusión en la de As Catedrais.

Con frecuencia se condena esta práctica por el hecho de que altera el paisaje de los arenales aunque pocas veces se relaciona con el fenómeno de la erosión a la que As Catedrais, una de la playas más famosas de España y sin duda la más conocida de Galicia, es especialmente sensible. Precisamente, la vulnerabilidad de las formaciones rocosas de esta playa es la que ha permitido la configuración que le ha dado fama internacional. Sin embargo, Vidal Romaní señala que no es igual la erosión suave que provoca el movimiento de la arena, que el impacto de los cantos rodados colocados sobre la superficie: «Si los responsables no se toman este fenómeno en serio, la atracción turística desaparecerá», sentencia el geólogo.

El efecto de la erosión sobre las formaciones de pizarra de esta playa ya tuvo consecuencias indeseables en los últimos años, con la caída de uno de los arcos más característicos en diciembre de 2020 y la muerte de una turista tras desprenderse una roca en 2018. Precisamente aquel luctuoso incidente fue el que obligó a regular el acceso de turistas al arenal que actualmente, aunque gratuito, requiere de inscripción previa.

Vidal Romaní subraya que el problema es que este tipo de prácticas se generalicen: «Lamentablemente se produce un efecto llamada y lo que hoy es una anécdota se convierte en algo más grave porque hay que pensar que esa playa la visitan miles de personas». En concreto, cada día existe la capacidad de despachar hasta 4.812 entradas para visitar la playa. Muchos días se agotan.

El geólogo comparte la opinión de otros expertos sobre el hecho de que existe una cierta impunidad con respecto a estas prácticas que, aunque prohibidas, rara vez acaban siendo penalizadas por la Administración con lo que se extiende la idea de que vulnerar la norma no provoca ningún tipo de consecuencia.

El concello de Ribadeo ya pidió a la Xunta un mayor control sobre esta práctica que, en realidad, es susceptible de recibir multas de hasta 3.000 euros según recoge la Lei de Patrimonio Natural. Lo hizo en los dos últimos años, pero ello no ha impedido que de forma episódica aparezcan estos montículos de piedras que no solo alteran el paisaje de uno de los monumentos naturales más característicos de Galicia sino que también aceleran su erosión y, consecuentemente, su desaparición.

Camariñas: la plaga que se atemperó con multas de hasta 6.000 euros

El Cementerio de los Ingleses, en Camariñas, llegó a convertirse en un museo de estos pináculos creados por turistas deseosos de dejar una pequeña huella de su paso por un paisaje deslumbrante que, poco a poco, fue perdiendo su aspecto original frente a la eclosión de estos milladoiros. No hay dudas entre los expertos sobre su carácter nocivo ya que no solo alteran el paisaje, sino que interfieren también con el desarrollo de las especies de flora y fauna.

Frente a la proliferación de estas manifestaciones, el Concello de Camariñas decidió hace tres años incrementar la presión colocando carteles específicos que alertan de multas de hasta seis mil euros para quienes apilen piedras en este entorno que, además está protegido por la Red Natura. La advertencia no ha servido para que de vez en cuando aparezcan algunos pináculos, pero es cierto que la epidemia se ha cortado.

Monumentos geológicos

«Muchas de estas piedras son monumentos geológicos que tienen más de mil años», recuerda el catedrático Vidal Romaní: «Ya sufrieron una notable agresión con la catástrofe del Prestige, cuando fueron manchadas y después limpiadas». Al fin y al cabo, como señala el profesor emérito de la Universidade de A Coruña: «Hay playas y playas» y, aunque siempre se trata de una alteración inaceptable, en algunos casos, como el de As Catedrais o el entorno del Cementerio de los Ingleses, este tipo de practicas son mucho más dañinas ya que modifican entornos de enorme singularidad y fragilidad.


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