Una grave enfermedad de Nené Barral obliga a aplazar de nuevo el juicio por un alijo de tabaco de hace 22 años

José Ramón Barral sufre una grave enfermedad que ha impedido su presencia en el juicio que tendría que haber comenzado hoy en la Audiencia Provincial de Pontevedra. Es el cuarto aplazamiento de una causa iniciada hace 22 años con su detención y las de los otros procesados. Aquel arresto ocurrió en el 2001 cuando Nené Barral, como es conocido, era alcalde de Ribadumia. Le costó el cargo, la salida de su formación política, el Partido Popular, y un viacrucis judicial que todavía prosigue. Para entender la dilación de la causa judicial basta recordar que las grabaciones policiales realizadas durante la investigación se realizaron en cintas en formato VHS. Era finales de los años 90 y desde entonces, la instrucción se fue demorando por diferentes motivos, entre ellos las comisiones rogatorias enviadas a Suiza, Portugal y Holanda.

El inicio del juicio estaba fijado para hoy a las 10.00 horas. Pero Barral no se personó. Una grave enfermedad, de la que ha sido operado recientemente, le impide desplazarse y asistir a la vista. Un médico-forense confirmó la patología ante la Fiscalía y el tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra ha solicitado por ello a la defensa de Barral, de 80 años, que cada diez días presente un parte médico para conocer el avance de la enfermedad.

Todas las fuentes consultadas coinciden al asegurar que la recuperación del exregidor se prevé muy larga, por lo que resulta imposible por ahora fijar una fecha para el inicio de la vista.

Por diferentes razones, las partes personadas —Fiscalía, Abogacía del Estado, acusación particular y las defensas de los nueve procesados— descartaron la posibilidad de iniciar el juicio sin la presencia del principal acusado. La Fiscalía y la Abogacía del Estado entienden que ha de estar por la consideración que le otorgan a Barral como máximo responsable de la trama de contrabando de tabaco. Por eso, la presidenta  magistrada de la sala acordó la suspensión y el archivo provisional de la causa para evitar que corran los plazos procesales y se produzca una posible prescripción de los delitos por los que será juzgado.

A la espera de saber cómo y cuándo se juzgará el procedimiento, la Fiscalía mantiene los cargos de contrabando de tabaco, cohecho y asociación ilícita que implican para Nené Barral una petición de 10 años de cárcel y una multa de 15 millones de euros. Uno de los argumentos expuestos en las conclusiones por la acusación pública evidencia que con el alijo de tabaco requisado en el 2001 en el Puerto de Vigo, Barral habría defraudado a Hacienda cinco millones de euros.

Pero Nené Barral ha negado siempre los cargos y se niega a cerrar cualquier acuerdo. Prefiere ir a juicio y arriesgarse a una sentencia condenatoria. Nada nuevo en el exalcalde de Ribadumia, considerado desde 1983 uno de los grandes contrabandistas de la ría de Arousa, pero nunca ha sido condenado por mover ni una cajetilla de rubio de batea.