Escrivá trata de aplacar las críticas de comunidades y ayuntamientos por la opacidad del plan de reubicación

La primera comunicación directa que el Gobierno central ha mantenido con comunidades autónomas y ayuntamientos para abordar el plan de reubicación de los migrantes subsaharianos llegados a Canarias, se convirtió ayer en un frontón donde un alto número de representantes de comunidades autónomas y ayuntamientos evidenciaron su malestar por considerar que han sido obviados en el plan de reubicación de los migrantes. La videoconferencia convocada por el ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, se convirtió en un pulso entre la defensa del sistema de acogida desde las posiciones gubernamentales y una crítica a la opacidad en los criterios de elección de localidades, por otro.

Escrivá advirtió que la utilización de albergues y hoteles como ya sucede en O Porriño, A Coruña y Vigo y de manera inminente en Sanxenxo, obedece a la necesidad «transitoria» de acoger al contingente llegado al archipiélago, que también ha empezado a ser derivado a instalaciones militares en desuso como en Mérida, ya activa y con 800 plazas, o las que se ultiman para la semana que viene en el acuartelamiento de Arteaga, en Madrid (1.220 plazas), el hospital naval de Cartagena (600) o en quince días en Alcalá de Henares (1.134).

El ministro justificó el despliegue y la diversificación en la reubicación por estar ocupadas con anterioridad por migrantes ucranianos, sirios y afganos gran parte de las 42.551 plazas del sistema de acogida, de las que 974 se ubican en Galicia, la undécima comunidad con más capacidad.

Pese a las explicaciones, las quejas fueron evidentes en gran parte de las intervenciones de los representantes locales y autonómicos, apuntan fuentes conocedoras de una reunión que duró más de cuatro horas. La Xunta mostró su malestar por la citada falta de información, y requirió conocer el número de personas que van a llegar a Galicia, los lugares y fechas de su recepción y una estimación de sus estancias.

El desconcierto que ayer vivió el Concello de O Porriño, al reconocer incluso no saber que los inmigrantes habían llegado ya al pueblo, se repite en Sanxenxo, donde su gobierno local asegura no haber recibido comunicación alguna al respecto. Un único hotel, el Baixamar, ubicado en la playa de Areas, ha mantenido sin embargo contactos con el operativo y podría dar alojamiento a 60 personas. Su responsable, Jorge Luis González, explica que hace unos días le llamaron desde la oenegé que está gestionando la llegada de los inmigrantes preguntándole por la posibilidad de alojar en su hotel a algunas de estas personas. La propiedad señala que con una puesta a punto estaría disponible.